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La vida ‘de cine’ del mafioso cubano José Miguel Battle seduce a productores

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EFE

La historia del cubano-estadounidense José Miguel Battle, que pasó de héroe de Bahía de Cochinos a “padrino” mafioso y murió en prisión, va a ser llevada al cine por dos productores de Miami que ya han fichado a Benicio del Toro como protagonista y a Leonardo DiCaprio también como productor.

“Hace unos 12 años yo estudiaba cine en la Universidad de Miami cuando leí el obituario de Battle (1929-2007) en un periódico local, en la primera página. Me di cuenta entonces de que había una historia de un ‘padrino’ cubano y comencé a investigar”, dice a Efe el joven cineasta cubano-estadounidense José Daniel “Jaydee” Freixas.

“Busqué en bibliotecas hasta encontrar el nombre del detective que persiguió durante 18 años al ‘padrino’, y por el camino también encontré el nombre del abogado de Battle (Jack Blumenfeld)”, explica Freixas junto a su socio de la productora Exilium, Tony González.

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Freixas y González son unos apasionados de la historia de Cuba y no es la primera vez que buscan un ángulo relacionado con el exilio, como da fe el nombre de su empresa audiovisual.

El proyecto de reconstruir la vida de Battle fue el primero que ilusionó al tándem, pero, por ser tan complejo, rodaron antes una película que está a punto de estrenarse, “Vandal”, sobre un joven grafitero ficticio, Rick Cruz, también de origen cubano.

“Jaydee demoró tres años para conseguir el teléfono del detective”, dice González al rememorar el arranque del proyecto.

El exdetective David Shanks, actualmente un sexagenario, estaba en Kansas City en un club de golf trabajando, ya retirado de su profesión, cuando Freixas lo llamó.

“De esto hace seis años. El detective confiesa que está por empezar a escribir un libro sobre esta historia, y Jaydee inmediatamente viajó a Kansas City para proponerle la compra de los derechos de su libro”, agrega González.

Pero la historia del mafioso Battle, que entró en el crimen organizado con el juego ilícito de “la bolita”, una especie de lotería, se presentó muy larga y enredada.

El “padrino” había sido policía en Cuba durante la dictadura de Fulgencio Batista y en La Habana se había codeado con los gángsters estadounidenses Santo Trafficante y Meyer Lansky.

Durante su exilio en Estados Unidos, luego de la llegada de Fidel Castro al poder, Battle se enroló en la Brigada de Asalto 2506 que, en abril de 1961 desembarcó en la costa sur de Cuba para derrocar a Castro.

“Fuimos a la zona de Bahía de Cochinos (también conocida como Playa Girón), rastreamos palmo a palmo la vida de Battle y entrevistamos a más de 40 personas para este proyecto; personas de todo tipo desde matones, pasando por agentes de la CIA y del FBI, hasta otros que estuvieron en (el negocio de) la bolita e hijos de los boliteros”, explica González, un robusto estadounidense de padres cubanos.

Cuentan Freixas y González que entre tanto el exdetective les había puesto en las manos sus memorias del caso, “pero eran mil páginas casi imposibles de convertir en un guión de cine”.

Los productores deciden buscar un escritor capaz de convertir un informe policial en novela, antes de construir el guión, y dan con el reconocido autor estadounidense T.J. English, que varias veces ha encabezado la lista The New York Times Best Sellers y, para mayor coincidencia o, como dice González, “cosas del destino”, resultó un profundo conocedor de la cultura cubana.

English concluyó sin mayores problemas el volumen “The Corporation, An Epic Story of the Cuban American Underworld” (La corporación, una historia épica del mundo subterráneo cubano-americano), que acaba de presentar en la librería Books & Books, de Miami.

Este título, hasta ahora solo publicado en inglés por la editorial HarperCollins, ya tiene encargada traducciones a varios idiomas, según adelantó González, entre ellas la del sello Debate, que lo publicará próximamente en español.

Para la película, ya en manos de Paramount Pictures, solo tienen confirmado al actor boricua Benicio del Toro, que encarnará a Battle, y la participación de la productora de Leonardo DiCaprio, Appian Way.

“Pero tampoco fue fácil dar con Benicio (del Toro). Tuve que colarme en una fiesta privada en Los Ángeles para, sin conocerlo personalmente, proponerle el tema. Por suerte, le encantó”, apunta Freixas.

Los productores quieren dejar claro su intención de sólo narrar una historia y no la de ensalzar a un bandido.

“Nuestra agenda no es política. El gangsterismo está en el corazón de este país y que tengas un mafioso cubano es bastante natural. El 99 % de los cubanos en el exilio ha hecho su vida como es debido”, puntualizó González.

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