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Arturo Cardelús, en territorio Beatle para componer a Buñuel

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EFE

En cuestión de años, el compositor español Arturo Cardelús (Madrid, 1981) ha pasado de subir sus piezas musicales a Youtube a dirigir a los artistas que graban “Star Wars” o “The Shape of the Water” en los míticos estudios de Abbey Road, donde ha grabado la banda sonora de una película sobre Luis Buñuel.

Una trayectoria que le ha llevado a componer la música del corto viral “In a Heartbeat”, donde se trata el tema de la homosexualidad; de la italiana “Chiamatemi Francesco”, y a encargarse de la orquestación de “The Paperboy”, interpretada por Matthew McConaughey.

Ni el cansancio generado por el ‘jet lag’ del viaje entre Los Ángeles, donde reside, y Londres le borra la sonrisa de la cara cuando atiende a Efe en la Real Academia de Música de Londres a colación de su nuevo proyecto, la banda sonora de “Buñuel en el laberinto de las tortugas”, película de animación de Salvador Simó.

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“Es una historia brutal, que tiene un giro al final muy bueno. Va a acercar a Buñuel de otra forma, todos conocemos al genio universal, pero esta historia nos va a mostrar al Buñuel más humano”, explicó Cardelús.

“Buñuel en el laberinto de las tortugas” es un filme de animación basado en el libro homónimo de 2008, que cuenta el rodaje de Luis Buñuel del documental “Las Hurdes, tierra sin pan”.

Cardelús se ha encargado de componer la banda sonora y desgrana la película señalando que no es “excesivamente culta”, ya que es “casi una historia de aventuras que puede llegar a un público bastante amplio”.

“Él (Buñuel) era un personaje contradictorio, le vemos desde bastantes ángulos. Hay momentos que lo quieres matar porque no entiendes lo que está haciendo”, añadió.

Durante la proyección, que se estrenará en octubre de este año, se descubrirá la personalidad y la forma de ser del director aragonés, tocando también sus conflictos con el pintor Salvador Dalí y el trauma que Buñuel sufrió con su padre.

“El director quería que le perdiésemos el respeto a Buñuel y que nos acercáramos a Luis. No lo queríamos encumbrar, queríamos hablar de alguien normal, de un director de Aragón (este de España). Obviamente él era de todo menos normal, pero queríamos acercarnos sin estar intimidados”, destacó Cardelús.

La grabación de los 45 minutos de banda sonora que contendrá la película se realizó ese fin de semana en los estudios de Abbey Road, donde The Beatles grabaron su último álbum.

Cardelús explicó que esta oportunidad surgió gracias a que él mismo se lo propuso a los productores y estos dieron el visto bueno.

Aunque la creación de la música contase con más de 60 músicos, entre los que se encuentran los que graban los temas de “Star Wars” o la oscarizada “The Shape of Water”, a Cardelús le queda la espina no haber grabado aún en los estudios de la FOX en Los Ángeles o con el violinista Joshua Bell.

Tras haber compuesto ya para animación con “In a Heartbeat”, Cardelús afirma que este tipo de cine engancha, ya que el proceso es muy distinto a llevarlo a cabo con imagen real.

“Cuando trabajas con imagen real, trabajas con imagen ya acabada, aunque falten retoques, la escena que ves es la que va a ser. En animación, recibes la animática, con trazos a lápiz, y algunas veces es muy primitiva y no se parece en nada a la imagen final”, argumentó.

“En ‘In a Heartbeat’, uno de los personajes se sube a un árbol a encontrarse con otro. A mí me costó seis versiones de la animática saber que era un árbol. Yo creía que era un farola, entonces, el problema es que tú compones pensando en lo que ves, no se compone igual para un árbol que para un farola”, añadió.

La orquesta contendrá 21 profesores, algo que no añade presión extra a Cardelús, quien aseguró que lo que le pone nervioso es “dirigir a una orquesta que no es tan buena”.

“Pero cuando trabajas con músicos de este nivel es muy fácil. Realmente un mono podría dirigirles de lo buenos que son”, se atrevió a bromear el músico.

Entre 10 y 14 horas diarias son necesarias para dar a luz a las piezas musicales que componen la obra, unas más alegres y otras de mayor misterio.

La mayoría de ellas adscritas al género de la música clásica, la cual Cardelús considera “más elitista”, debido a que es “más compleja que el resto y más inaccesible”.

“Requiere más esfuerzo por parte del oyente y, a veces, más formación. Eso siempre va a hacer que sea más minoritaria, aunque espero que se haga más ‘mainstream’ en el futuro”, reconoció.

Manuel Sánchez Gómez

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