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Long Beach Comic Con se despide con paneles latinos y muchas novedades

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Nada más ingrato que caer víctima de un resfrío arrollador justamente cuando uno se encuentra en medio de una agenda completamente cargada de trabajo y de actividades. Eso es lo que me pasó el fin de semana que acaba de terminar; pero nada en el mundo iba a impedir que asistiera al evento Long Beach Comic Con, que es naturalmente llamativo para quienes gustamos de la cultura popular y que, además, se desarrolla en el Centro de Convenciones de la misma ciudad, ubicado a pocas cuadras del lugar en el que vivo.

En realidad, faltar iba a ser un problema mayor en vista de que, en mi calidad de representante de HOY Los Ángeles y Los Angeles Times en Español, yo mismo debía fungir como moderador de “Tearing Down Borders/ Derribando fronteras”, el primer papel bilingüe que se ha hecho en esta convención, y en el que participaron Jennifer López, una de las conductoras del popular ‘podcast’ “Comadres y Comics”; Melina Chavarría, autora de “The Magic Glasses”; y Jandro Gamboa, creador de “Monty Gomes Is The Luchador”.

El asunto de los dos idiomas a lo largo de la hora que duró el encuentro se manejó del mejor posible, sobre todo porque la idea (al menos la mía) era que no se hiciera en ‘spanglish’. Por ese lado, resultó muy útil la colaboración de López y de Chavarría, quienes hablaron frecuentemente en español pese que el ‘podcast’ de la primera es complemente en inglés. La segunda acaba de publicar versiones en nuestra lengua de las dos primeras entregas de su cómic, con el respaldo de un amigo traductor.

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La misma López, que se declara orgullosamente como una ‘Latinx Queer’ e integrante de quienes se identifican con el término LGBTQ+, habló extensamente sobre el modo en que estos términos están siendo aplicados dentro de una comunidad hispana que puede ser todavía muy conservadora y se halla dividida entre dos lenguas, pero se refirió también a los problemas de distribución que tienen los cómics locales en países latinos debido al monopolio de una sola compañía exportadora desde los Estados Unidos.

Por su lado, Chavarría, quien se autodefine como una “Xicana Autism Warrior Mom”, comentó que esa clasificación proviene del hecho de que es una madre con dos hijos autistas que ha tenido que luchar para salir adelante. Ella le ha dado vida a un relato protagonizado por una muchacha del Sur Central que accede a un mundo de fantasía mientras lidia con realidades cotidianas.

Gamboa no habla español debido a que creció durante una época en la que el manejo de esta lengua era prácticamente castigado en las escuelas, pero eso no ha impedido que, como maestro de escuela y como artista, se haya interesado profundamente en las experiencias de este grupo social, hasta el punto de que el protagonista de su primer trabajo publicado es un adolescente mexicoamericano que obtiene superpoderes al colocarse una máscara de luchador adquirida en un ‘swapmeet’.

“Tearing Down the Borders”/“Derribando fronteras” fue el tercer panel latino del evento, luego de “New Latinx Voices” -que se hizo el sábado con la presencia de los escritores Eric M. Esquivel (“Border Town”) y Sebastian Kadlecik (“Quince”), la citada Chavarría y la ‘podcaster’ Kristen Parraz (“Comadres y Comics”)- y de “Latin Horror, Folklore, and Fantasy” -que se desarrolló el mismo domingo con la participación de los escritores de “Fantasmagoria” Eric M. Esquivel y James Fino, así como el autor Miguel Ángel Acedo (“Poe Noir”)-.

Tras intervenir en lo que me tocaba, y a pesar de que el malestar no se había evaporado por arte de magia, me dediqué a recorrer los pasillos de venta, en los que, como era de esperarse, gasté más de lo necesario en historietas que tardaré mucho en leer (o que no leeré quizás nunca) debido a mis abundantes obligaciones laborales. También me topé con una señora bastante pesada que me obligó a borrar un video en el que aparecían por dos segundos sus hijos menores de edad (mientras eran retratados por un pintor y lucían una cara de soberano aburrimiento).

Este pabellón central, ubicado en un piso distinto al de los paneles, es sin duda el que atrae con desesperación a los fanáticos; y si bien una buena parte de los puestos se encuentran dedicados a la típica venta masiva de volúmenes antiguos y relativamente baratos de DC y de Marvel, la sección trasera estaba abocada a la promoción de autores independientes que ofrecían sus interesantes obras con discursos elocuentes, y que estaban dispuestos a posar para fotografías y firmar los ejemplares adquiridos.

También había una zona de ‘cosplay’ y se podía ver a varios asistentes disfrazados como sus personajes favoritos, lo que es obviamente uno de los mayores atractivos de actividades como esta. A fin de cuentas, la Long Beach Comic Con está todavía lejos de tener el nivel de la Comic-Con International de San Diego, pero es sin duda un punto de reunión obligatorio para los amantes de esta rama que se encuentran por estos lares… con resfríos o sin ellos.

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