El Acuario del Pacífico abre una impresionante sección con conciencia ecológica y mucha tecnología

A partir de hoy, el renombrado Acuario del Pacífico (100 Aquarium Way, Long Beach, CA 90802) pone a disposición de sus visitantes una amplia zona que, además de ser particularmente sofisticada y moderna, remarca las intenciones de los creadores de este lugar por ofrecer mucho más que un centro de entretenimiento.

Y es que, como se señaló durante la conferencia de prensa relacionada al lanzamiento de lo que se conoce ahora como “Pacific Visions”, la misión del acuario incluye una toma de conciencia relacionada al peligro real y de gigantescas proporciones que representa el calentamiento global, un fenómeno que viene afectándonos a todos -y que los residentes del Sur de California experimentamos de un modo u otro a lo largo de esta semana, caracterizada por un frío y una lluvia absolutamente inusuales para la temporada-.

A diferencia de los ambientes ya establecidos del centro, esta sección, que se encuentra inmersa en una lujosa estructura de diseño futurista que alude al océano Pacífico, no exhibe a criaturas marinas de manera directa, sino que tiene una intención mucho más educativa y formativa, aunque hace llegar sus conocimientos mediante el uso de tecnologías de avanzada.

La primera parte del recorrido se produce en una gran sala titulada “Reefs & Drifters”, y que es en realidad una exposición artística basada en proyecciones de video, efectos de sonido y esculturas que se inspiran en los corales y el plancton.

Después se pasa a un espacio mayor en el que se nos recibe con una caída de agua virtual que resulta ideal para tomarse fotos, y en el que hay también una pantalla gigante en la que se proyecta un breve documental sobre la relación histórica del ser humano y la Naturaleza, tanto en sus aspectos positivos como en los negativos.

Después se pasa a un espacio mayor en el que se nos recibe con una caída de agua virtual que resulta ideal para tomarse fotos, y en el que hay también una pantalla gigante en la que se proyecta un breve documental sobre la relación histórica del ser humano y la Naturaleza, tanto en sus aspectos positivos como en los negativos.

Pero el momento más emocionante se da inmediatamente después, cuando se abren las puertas del enorme auditorio que le da cabida al Teatro Honda Pacific, un impresionante recinto de 300 asientos en cuyo fondo se encuentra una descomunal pantalla de 180 grados, y que coloca también a nuestros pies una generosa pantalla circular.

Todo esto sirve para la proyección de “Designing Our Future”, un trabajo de 8 minutos que se divide en episodios para narrar el estado actual de nuestro uso de los recursos naturales y el modo en que podríamos resolver muchas de las situaciones que nos están llevando a depredar ferozmente el medio ambiente.

Las imágenes tienen una resolución altísima (9K) y son muchas veces sobrecogedoras debido a lo que muestran y a la calidad de su cinematografía. El proceso entero se ve realzado por el sistema de sonido empleado, al que se suman efectos de niebla, humo, luces y hasta movimiento, porque los asientos vibran ocasionalmente, aunque sin la intensidad abrumadora de las propuestas similares que se encuentran actualmente en algunas multisalas comerciales.

Tras salir de este espacio se accede a una galería interactiva en la que el visitante puede poner a prueba sus conocimientos a través de tres mesas digitales que establecen tres desafíos (el del agua, el de la comida y el de la energía) y que incluyen pequeñas muestras de especies acuáticas que podrían ser tratadas de manera más sostenible para su consumo.

Este último recinto, que es ciertamente didáctico y formativo, no es el más emocionante, sobre todo porque llega luego del memorable paso por el Teatro Honda; pero la experiencia completa vale bien la pena incluso en el plano sensorial, porque es la primera actualización seria del acuario en sus 21 años de existencia y emplea brillantemente los adelantos de la tecnología para hacernos llegar su mensaje.

La entrada a “Pacific Visions” está incluida en la admisión al acuario, pero quienes deseen ver la película arriba descrita deben seleccionar un horario específico al momento de hacer la compra en línea o en la boletería. Los boletos para adultos cuestan $34.95 y los de niños valen $24.95.