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Este desfile eléctrico es un luminoso compendio de las creaciones más emblemáticas de Disney

El dragón de Pete es uno de los atractivos mayores de este vistoso desfile.
El dragón de Pete es uno de los atractivos mayores de este vistoso desfile.
(Gary Coronado/Los Angeles Times)
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Aunque muchos de los que hemos visitado Disneyland a través de los años pensábamos que era algo emblemático que se encontraba disponible de manera constante, lo cierto es que se trata de una actividad que ha estado activa de manera intermitente durante los últimos tiempos.

Nos referimos a la “Main Street Electrical Parade” del popular parque temático, que hizo su primera presentación en junio de 1972 pero desapareció en noviembre de 1996, para trasladarse al ambiente contiguo de California Adventure desde el 2001 hasta el 2010.

Ahora, la vistosa atracción se encuentra de regreso en su escenario original, pero por un tiempo limitado, porque durará solo hasta el 30 de septiembre de este año, lo que significa que debes planificar tu visita de manera acelerada si pretendes disfrutar de lo que ofrece.

No estamos queriendo decir que valga la pena comprar un boleto para el parque únicamente para asistir al desfile, porque este es en realidad un complemento ideal para una jornada transcurrida en el lugar, ya que se desarrolla cerca de las 9 de la noche y dura unos 15 minutos.

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Pero es sin duda alguna una experiencia digna de verse, porque se encuentra muy bien realizada (el dragón de Pete que echa humo por las fauces es particularmente brillante) y sirve de paso como compendio de los trabajos fílmicos más celebrados de esta compañía, debido a que reúne recreaciones de hasta siete obras clásicas de la pantalla grande: “Alice in Wonderland”, “Cinderella”, “Peter Pan”, “Snow White and the Seven Dwarfs”, “Pinocchio”, “Dumbo” y “Pete’s Dragon.”

Y lo hace a través de 22 vehículos flotantes adornados por 600 mil luces, dando pie a un espectáculo que no pasa nunca desapercibido y que le da cuerpo a muchas creaciones esenciales de la casa productora, no solo a través de llamativas reconstrucciones de escenografías pertenecientes a los filmes, sino también mediante la presentación de 27 personajes esenciales de la misma empresa, como Mickey Mouse, La Cenicienta, Capitán Garfio y Campanita.

El recorrido entero se encuentra acompañado por las notas de una popular melodía de sintetizador que fue compuesta en 1967 por Jean-Jacques Perrey y Gershon Kingsley y que llega intercalada con los sonidos propios de cada carroza. El efecto sonoro puede llegar a ser un tanto abrumador, pero forma parte de los esfuerzos habituales del parque temático por capturar completamente la atención de los presentes.

De hecho, durante la presentación inaugural de temporada a la que asistimos, los llantos y los lamentos de los niños que sentíamos a nuestro alrededor desaparecieron por completo una vez que se inició el paseo, porque el profesionalismo evidente de todos los involucrados da como resultado una atracción que no tiene pierde, se piense lo que se piense del comercialismo natural de Disney y se esté o no de acuerdo con que el desfile termine haciendo un homenaje al patriotismo estadounidense que tiene poco o nada que ver con lo exhibido anteriormente.

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