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Intensa seguridad luego que disidente llegó hasta el papa

Presidente cubano Raíl Castro, centro, y papa Francisco saludan a niños en el aeropuerto de La Habana. Francisco inició una gira de 10 días por Cuba y EEUU, en la que exhortó a los otrora enemigos en la Guerra Fría que avancen en su reconciliación, un proceso que el pontífice ayudó a iniciar. (AP Foto/Ramon Espinosa)

Presidente cubano Raíl Castro, centro, y papa Francisco saludan a niños en el aeropuerto de La Habana. Francisco inició una gira de 10 días por Cuba y EEUU, en la que exhortó a los otrora enemigos en la Guerra Fría que avancen en su reconciliación, un proceso que el pontífice ayudó a iniciar. (AP Foto/Ramon Espinosa)

(Ramon Espinosa / AP)
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La seguridad alrededor del papa Francisco era intensa el lunes en su gira por Cuba, después de que un disidente logró la víspera acercarse hasta el papamóvil y que al menos a tres opositores más las autoridades les frustraran sus intentos de saludar al pontífice en algunas ceremonias en La Habana.

A pesar de la presencia de elementos de seguridad uniformados y lo que parecían ser cientos de agentes vestidos de civil, un hombre se acercó y se agarró al papamóvil previo a la misa masiva del domingo en la Plaza de la Revolución y comenzó a decir algo al pontífice hasta que fue retirado.

Imágenes de video del incidente mostraron cómo el papa tocó la mano y la cabeza del hombre segundos antes de que se lo llevaran agentes de seguridad. José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba, dijo el lunes que el hombre era un miembro de su organización.

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Ferrer lo identificó como Zaqueo Báez Guerrero, un residente de La Habana, de 34 años. Dijo que le llamó desde un centro de detención y que le contó que le había dicho al papa: “esto es una dictadura que reprime al pueblo y que oprimen a los opositores”.

Funcionarios del Vaticano no comentaron en detalle los incidentes del domingo y se limitaron a decir que algunos miembros de la oposición fueron invitados por teléfono a asistir a algunos de los eventos del papa, pero que no estaba planeada ninguna reunión privada.

El papa había sido blanco de algunas críticas antes del viaje por no haber planeado reuniones con los disidentes.

“Realmente muestra la intolerancia del régimen castrista totalitario y la falta de respeto al Vaticano que nos invitó”, dijo Berta Soler, líder del grupo opositor Damas de Blanco.

Incluso un saludo público para los disidentes había sido algo novedoso para una visita papal a Cuba.

Juan Pablo II no se reunió con disidentes durante su visita en 1998 y cuando el papa Benedicto XVI estuvo en la isla en 2012, los opositores se quejaron de que decenas e incluso cientos de sus celulares fueron bloqueados, aparentemente para impedir que se organizaran y se comunicaran con el exterior durante la estancia del pontífice.

En Santiago, un hombre fue arrestado el 26 de marzo de 2012 después de gritar proclamas contra el gobierno durante la misa de Benedicto XVI en la principal plaza de esa localidad.

Además, en vísperas del viaje de Benedicto, 13 disidentes llegaron a una iglesia de La Habana para pedir una audiencia con el papa. Después cambiaron su demanda y sólo pidieron que intercediera ante sus demandas, como el fin del gobierno comunista y la instalación de una autoridad de transición.

Fueron desalojados por la policía pocos días después, luego de que las autoridades aseguraron a la Iglesia católica que no procesarían a nadie.

“En lo personal me siento muy satisfecha con el reconocimiento que significa el hecho que nos haya invitado a estas actividades”, dijo Marta Beatriz Roque, una de las disidentes que fue detenida cuando intentaba acudir el domingo a uno de los eventos del papa.

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