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Leyendas del básquet argentino reunidos para seguir la final lamentaron la derrota

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EFE

Los legendarios exjugadores argentinos, dos de ellos campeones del Mundial de 1950, se reunieron esta mañana en el club Palermo de Buenos Aires para la final del Mundial de baloncesto de China 2019.

Ricardo González e Ignacio Poletti, integrantes de aquel histórico equipo que logró el único título albiceleste en aquella final ante Estados Unidos en el Luna Park, fueron dos de los ilustres asistentes a esta cita, que también reunió a exjugadores de más de 60 años.

Con un desayuno organizado por la directiva de la institución porteña, los exjugadores fueron llegando al comedor, ese que los reúne con pocas interrupciones todos los miércoles a cenar desde la década del ’50.

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Los lugares de privilegio fueron para Ricardo ‘El Negro’ González, capitán histórico albiceleste, e Ignacio ‘Bombadero’ Poletti con sus respectivos 94 y 89 años.

El comienzo del partido desde Pekín fue con lamento porque España impuso su juego y rápidamente sacó una ventaja que luego logró sostener a lo largo de todo el partido para coronarse por segunda vez y repetir el título logrado en 2006.

El final fue con un aplauso cerrado para reconocer el gran esfuerzo de este equipo que no logró repetir la epopeya de aquel primer Mundial y repitió el segundo puesto conseguido en Estados Unidos 2002.

Luego de la derrota consumada y tras lamentar la oportunidad perdida los ‘todavía’ únicos campeones mundiales para Argentina dialogaron con EFE.

“Esta vez teníamos toda la fe porque veníamos jugando muy bien. Tenemos que estar contentos porque de cualquier manera somos los segundos del mundo... y España nos tiene un poco de hijos”, expresó González.

“No me interesa ser los únicos campeones argentinos porque queríamos que ganasen otro Mundial, pero igual estamos contentos que hayan ganado españoles... lástima que fue justo contra nosotros”, dijo risueño Poletti que llegó a esta cita del domingo a la mañana acompañado por su hijo.

“Fuimos nosotros los que formamos la base pese a que desde 1956 hasta 1988 hubo una especie de oscuridad no total (en la selección argentina) y luego fueron surgiendo jugadores ‘made in’ Argentina que llegaron a dos finales mundialistas”, completó Poletti.

“Nosotros somos 20 o 25 que nos reunimos todos los miércoles con el básquet que nos aúna. El año que viene espero poder estar para volver a acompañar a la selección desde aquí en los Juegos Olímpicos”, renovó la ilusión González.

Una vez terminada la final desde China, el televisor rápidamente cambió al directo desde La Plata donde la pelota naranja dejó a la de fútbol con el estreno de Diego Maradona como técnico de Gimnasia... el otro gran foco atención en un domingo a pura emoción en Argentina.

Por Fernando Czyz

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