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Producen documental sobre gallos pelea en Puerto Rico ante veda en la isla

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EFE

Ante la prohibición a partir de diciembre, por parte del Congreso de EE.UU. de las peleas de gallos en Puerto Rico, y cuyo cese provocaría la pérdida de 27.000 empleos y 65 millones de dólares, este viernes se presentó un documental que ilustra su importancia y el problema que supondrá.

“Nuestro gallo siempre cantará” es el título de este proyecto, y del cual Juan Ramón Figueroa -uno de sus productores- sostuvo hoy a Efe se realizó para “crear algo, que pase lo que pase con este caso, dejarlo para las siguientes generaciones y que sepan, que un día, un grupo de personas de esta industria defendió”.

“Nuestro gallo siempre ha impactado más que ver dos gallos peleando. Siempre es lo que nos distingue. Ese es el significado que tiene el gallo fino de pelea”, afirmó Figueroa, criado en una familia amantes de los gallos de pelea en Corozal, municipio en el centro de la isla.

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Figueroa detalló que para el documental se entrevistaron a investigadores y expertos de los gallos de pelea, quienes “demuestran que tenemos una raza de gallo autóctona, como el coquí”, pequeña rana nativa de Puerto Rico.

Y entre esos peritos, Figueroa mencionó a Eduardo Quijano, quien descubrió que las presuntas “más de un millón de aves que han pasado por Puerto Rico en los pasados 40 años”, todas tienen un aspecto común y que de ahí se va formado poco a poco el gallo puertorriqueño entre por el trabajo entre los galleros y los castadores.

“Quijano se dio cuenta que en diferentes puntos de la isla se estaba haciendo un trabajo, que aunque ellos no se estaban dando cuenta, estaban preservando una genética y unos genes que a lo largo del tiempo, desarrollaron una raza que es la que tenemos hoy y le gusta al resto de los seguidores del mundo”, resaltó.

Quijano, por su parte, destacó durante la presentación la genética del gallo de pelea puertorriqueño o gallo bankiva, de quien dijo que ostenta “una raza combatiente”.

“Tenemos una extraordinaria raza y he podido corroborar el prestigio que ha desarrollado esta raza a nivel mundial”, afirmó.

Igualmente, el documental incluye las voces de los trovadores puertorriqueños Jonathan Colón, Waldo Torres, Luis A. Rodríguez y Julio César Sanabria, quien también produjo el documental.

“La trova y los gallos van de la mano. En la trova se conoce los concursos ‘pico a pico’, que es una simulación de una pelea de gallos. Los trovadores son gladiadores del verso y siempre han estado lidiados a esas frases cotidianas de compararse con un gallo por su naturaleza”, añadió Figueroa.

Tras la decisión de Estados Unidos, el Club Gallístico de Puerto Rico presentó una demanda ante el Tribunal Federal de Hato Rey (San Juan) contra el Gobierno de Estados Unidos por prohibir las peleas de gallos en el Estado Libre Asociado, una práctica arraigada desde hace siglos.

La demanda busca que se declare inconstitucional la sección 12616 del “Agricultural Improvement Act of 2018”, firmada por el presidente estadounidense, Donald Trump, que incluye la prohibición.

“Si lo perdemos, pues vamos a apelar al Circuito de Boston y si es necesario, iríamos al Tribunal Supremo. Estamos dispuestos a eso”, dijo a Efe Orlando Vargas, presidente de la Junta de Directores del Club Gallístico de Puerto Rico, en el sector turístico de Isla Verde.

“Nosotros no vamos a partir de la premisa de que el 20 de diciembre no vamos a dejar de jugar, sino que vamos a ganar el caso que tenemos entablado”, abundó.

El sector defiende que están en juego miles de empleos que no pueden perderse en este momento, además de tratarse, aseguran, del deporte nacional de los puertorriqueños, una práctica ligada a la cultura que se remonta al siglo XVI con la llegada de los españoles.

El cambio de soberanía que supuso la llegada de los estadounidenses en 1898 trajo consigo la prohibición, lo que ocasionó su práctica de manera clandestina, hasta que en 1933 el entonces gobernador, Robert Gore, declaró las peleas de gallos como un deporte oficial en Puerto Rico.

Igualmente, la presentación del documental coincidió con que hoy era la fecha límite para que los demandantes sometan los argumentos de violaciones en derecho ante el juez puertorriqueño Gustavo Gelpí en el Tribunal Federal de Hato Rey.

Ante ello, el Gobierno de los Estados Unidos tiene fecha límite para contestar esos argumentos hasta el 4 de octubre de 2019 y el grupo demandante puede refutar esa contestación con una fecha límite del 18 de octubre de 2019.

Ese mismo día también es la fecha límite para que los amigos de la corte participen del pleito.

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