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Estudios Chicanos de universidades de EEUU “debería ser asignatura en México”

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EFE

La asignatura universitaria de Estudios Chicanos, puerta para la difusión de la cultura chicana propia de Los Ángeles y base de la influencia mexicana en el país, cumple 50 años este 2019 y busca ampliarse a Latinoamérica.

“Estos temas deberían impartirse también en México y otros países latinoamericanos”, opinó este lunes el académico Armando Vázquez-Ramos, profesor de la Universidad Estatal de California (Cal State) en Long Beach.

Vázquez-Ramos considera que es muy importante mostrar en los países latinoamericanos la relevancia que sus comunidades han tenido en los Estados Unidos.

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“Es el punto crítico, es la bandera que estoy plantando en México para retar a nuestros académicos y a nuestros estudiantes y a las instituciones, tanto del Gobierno como de la educación”, señaló en entrevista con Efe Vázquez Ramos.

El académico recordó que, de los 60 millones de latinos que viven en los Estados Unidos, 40 millones son de origen mexicano. “Es una cuarta parte de la población mexicana en el mundo”, anotó.

“Hay una falta de conocimiento de lo que representa para todos este capital humano de raíces mexicanas y no se trata sólo de las remesas que mandamos al país”, afirmó el profesor, quien también preside y dirige el Centro de Estudios California-México (CMSC).

Por esta razón, Vázquez-Ramos ha sido uno de los principales líderes en celebrar el medio siglo de la creación de la asignatura sobre los Chicanos en los Estados Unidos (se remonta el otoño de 1969), fecha que contará con una conferencia internacional en Tijuana, México, entre el 10 y el 12 de octubre próximos.

El evento fue convocado por CMSC conjuntamente con El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), la Universidad Estatal de California en San Diego (SDSU) y el Centro Cultural de Tijuana (CECUT). El objetivo es reunir “estudiosos de ambos lados de la frontera y definir qué sigue en los próximos 50 años”.

“Esto no es una fiesta, es una convocatoria, un llamado a despertar, pues nos hemos dormido. En el sector de Estudios Chicanos no hay un movimiento social para ampliarlo como merece al llegar a esta cantidad enorme de 60 millones de latinos”, reclamó el educador, conocido entre sus alumnos como “el profe Armando”.

Para Vázquez-Ramos, el movimiento chicano en la década de 1960, cuando surgió, logró no solo reconocimiento y apertura para este grupo, sino además produjo un “apaciguamiento” entre las generaciones siguientes.

“Ha tenido, además del resultado de integración, el de apaciguamiento de aquellos que no lucharon para crear esta carrera en el sector académico”, explicó.

“Ya son segunda, tercera, cuarta generación de profesores que nunca han construido; han heredado puestos en el salón o entre administrativos y ya tenemos décadas de estar apaciguados, reprimidos”, criticó el experto.

Además, aunque estos cursos se enfocan en el análisis de funciones sociales, políticas o económicas de los chicanos en los Estados Unidos, “no tienen una conexión histórica con el origen de la migración”.

“Es un ‘muro de conocimiento’ que nosotros mismos hemos creado y que tenemos que quebrantar y conectarlo con fuentes de conocimiento y de análisis en nuestros países de origen”, dice el profesor.

En 1969, cuando comenzaron los primeros cursos de Estudios Chicanos en California, Vázquez-Ramos participó como estudiante y activista de Cal State Long Beach.

Según recordó el fundador de CMSC, el currículum de estos primeros cursos surgió en abril de 1969 como parte del Plan de Santa Bárbara, donde líderes estudiantiles “y unos pocos profesores y administrativos” chicanos se comprometieron a iniciar estos programas en sus universidades.

De esta forma, Cal State Long Beach y otros centros académicos establecieron en el otoño de ese año los primeros cursos para conocer las características de quienes formaban parte del Movimiento Chicano, que pedía igualdad de derechos y oportunidades para los mexicanos en los EE.UU.

La conferencia de octubre venidero es un importante paso para abrir camino a la difusión de lo que ha significado la presencia latina en este país en las últimas cinco décadas, opina Vázquez-Ramos.

“Soy muy optimista, creo que nunca hemos tenido mejores condiciones y ya es hora, 50 años después. México tiene la responsabilidad de conocer y apreciar mejor que somos un importante capital humano”, confiesa el profesor.

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