Crece incendio en condado al noroeste de Los Ángeles

Un incendio desatado cerca de la ciudad de Murrieta, al noreste de Los Ángeles, ya alcanza los 2.000 acres (810 ha) y ha generado órdenes de evacuación voluntaria para los residentes de cerca de 3.000 viviendas.

El incendio, que comenzó el miércoles y está contenido en un 20 % según informó el Departamento Forestal y de Protección Contra Incendios de California (Cal Fire), avanza hacia un área donde antes hubo fuego, lo que le serviría como combustible.

Conocido como Tenaja, por el área del condado de Riverside que afecta, el incendio, que obligó al cierre de más de media docena de escuelas hoy en el suroeste del condado, fue ocasionada posiblemente por un rayo, aunque las autoridades no lo han confirmado.

“Hemos desplegado un equipo completo de recursos” para combatir el incendio, informó hoy a Efe Fernando Herrera, del Departamento de Bomberos del condado Riverside.

Herrera explicó que los bomberos, además de combatir directamente el incendio, han estado trabajando en los patios de residencias cercanas con el fin de evitar que las llamas accedan a las viviendas.

En una alerta emitida por Cal Fire Riverside se pidió a los residentes en las áreas afectadas que permanezcan “vigilantes y preparados” en caso de que durante el día, en el que se esperan altas temperaturas, el incendio extienda su alcance.

Los vientos que soplan en la zona han impedido a los bomberos anticipar el avance de las llamas, lo que hace más complicado su control. Además, el humo y las cenizas producidos por las llamas también son motivo de alerta para las autoridades.

“Las cenizas y el humo puede ser causa de problemas respiratorios para cualquiera, pero especialmente para aquellos con enfermedades pulmonares”, señaló en un comunicado Cameron Kaiser, oficial de Salud Pública de Riverside.

Cameron advirtió que estos efectos negativos pueden sentirse “aún si usted está a varias millas del incendio”.

En los dos últimos años California sufrió los peores incendios de su historia moderna, que costaron la vida a más de 120 personas.

Según afirmó la Comisión de Seguros del estado, los incendios forestales de 2018 fueron los “más mortíferos y costosos en la historia” y supusieron a las aseguradoras un desembolso de cerca de 10.000 millones de dólares.