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Unos 10.000 “salseros” de todo el mundo ponen a bailar a Nueva York

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EFE

Unos 10.000 apasionados de la salsa de todo el mundo ponen a bailar a Nueva York desde este jueves en el Congreso Internacional de Salsa, un festival abierto a todas las edades y niveles que lleva 19 años llenando de ritmos latinos la Gran Manzana, “meca” del entretenimiento.

El evento dio el pistoletazo de salida esta mañana con una presentación frente al céntrico hotel de Times Square que lo acogerá durante cuatro días y en donde un grupo de bailarines, ataviados con coloridos trajes, mostraron su destreza frente a una multitud de curiosos.

Supervisando el espectáculo estaba la coreógrafa de celebridades Maria Torres, que en el congreso ofrece talleres de emprendimiento en el sector a través de su programa IMPACT, impulsada, según explicó a Efe, por la idea de que “la cultura se puede ir bien rápido y la responsabilidad (de mantenerla) es de nosotros”.

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“Yo soy latina y quiero aportar a la gente latina y la gente internacional. No quiero solamente inspirar, sino dar otro paso más, abrir camino, crear cosas...”, dijo la bailarina nacida en Brooklyn (Nueva York), “ciudad de inmigrantes” tanto como “meca del baile”, quien valoró haber debutado en Broadway “representando” su cultura.

“Es importante: la cultura se tiene que revigorizar (...); los tipos que se establecieron aquí en los 60 se están muriendo y el baile está distanciándose de lo que realmente era”, relata Torres, quien agradece la “plataforma” de expresión que ha creado el evento y anima a “peregrinarlo” y a “no olvidar nuestro pasado”.

“Los latinos unidos lo podemos hacer todo y este es un año para verdaderamente levantarnos y representarnos, especialmente a la vista de todo lo que está ocurriendo, cómo nos persiguen. Como artista, lo hago a través del arte (...). Los latinos tienen que tomar un asiento en la mesa y espero ver más”, reivindicó.

Cerca de Torres acaparaban la atención una decena de pequeños bailarines, con edades comprendidas entre 7 y 15 años y entre los que se erigió en improvisado portavoz Jean Paul Medina, del vecino estado de Nueva Jersey, quien subrayó que el grupo acudía por cuarto año al congreso “a bailar ‘Palante’ y salsa”.

Oscar Calderón, el director de la escuela donde ensayan, Paso a Paso Art Studio, subrayó el papel familiar para transmitir esta pasión por la música y el baile, a las que los niños dedican una hora diaria: “El apoyo de los papás es muy importante: les gusta, están pendientes de todo su recorrido”.

“Es un evento muy latino, pero la salsa ha roto fronteras y a nivel mundial todo el mundo está bailando. A Nueva York llega gente de todo el mundo y acá tomas talleres con ellos, socializas, ves los shows...”, sostiene sobre el festival, en el que sus alumnos “ven que la gente les aplaude y se divierten” pese al “susto” inicial.

Ese miedo escénico lo tienen ya más que superado varias parejas que danzaban hoy ante los espectadores y repetirán estos días, entre ellos la estadounidense Brielle Friedman, de Florida, y su compañero Hunter Houde, de Connecticut, que se define como “gringo” y se explica sin dificultades en español.

“Para mí es una manera de conectar con la gente, socializar sin tener que tomar alcohol; es muy sano, con tu propio cuerpo puedes sentir una alegría que no se puede igualar y compartirlo con otra persona, qué mejor que eso”, comenta el bailarín, que comenzó a venir al congreso en 2010.

“El estilo para mí es el más bonito. Me gusta la conexión entre las parejas y, como artista, la conexión con la audiencia. Es algo muy fuerte y emocionante”, añade Friedman, que planea pasar los cuatro días del evento bailando, enseñando y asistiendo “a todo”.

La organización del Goya Foods New York International Salsa Congress, su nombre oficial, trae en esta edición a Nueva York a reconocidas figuras de la salsa como Doug Beavers, Herman Olivera, Moncho Rivera, Griselle Ponce, Eddie Torres y el cantante Charlie Aponte.

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