Anuncio

Tzintzún-Ramírez, la activista que busca desplazar al poderoso senador Cornyn

Share
EFE

La activista Cristina Tzintzún-Ramírez, clave en el aumento de la participación electoral en las últimas elecciones en Texas, busca repetir el fenómeno de Alexandria Ocasio-Cortez y desplazar al poderoso senador republicano John Cornyn con el voto de los sectores sociales menos favorecidos.

Si Ocasio-Cortez dio la sorpresa al derrotar en las primarias de 2016 a Joe Crowley, un peso pesado de los Demócratas que llevaba en el Congreso desde 1999, la texana quiere hacer lo propio con el segundo legislador de mayor rango en su partido en el Senado, y para lograrlo apuesta por un programa electoral progresista.

“Voy a luchar por cada una de las comunidades más marginadas del estado, aquellas que no tienen acceso a salud y educación pública, que ganan por debajo del mínimo vital y que sufren explotación laboral por su estatus migratorio”, remarca Ramírez en entrevista con Efe.

Anuncio

La aspirante demócrata, de 37 años, es conocida por sus labores activistas en Texas con la organización que ella misma fundó, Proyecto de Defensa Laboral, dedicada a proteger los derechos laborales de los trabajadores inmigrantes víctimas de robo de salario.

Según Tzintzún-Ramírez, las grandes empresas se benefician de la mano de obra indocumentada en un sector fundamental para la economía del estado, como es el de la construcción, en donde muchos “son víctimas de empleadores que utilizan con impunidad tácticas” para violar sus derechos.

“Habría que cuestionarles a los políticos como Cornyn, que reciben donativos de grandes corporaciones, cómo es que aceptamos la mano de obra indocumentada pero no su humanidad. Es, pues, una práctica que corrompe nuestra moral”, acota la candidata nacida en EE. UU. y origen mexicano.

Actualmente, el Proyecto de Defensa Laboral, que inició primero en Austin (capital de Texas) con dos personas, cuenta con un grupo humano de 30 con filiales en Houston y Dallas.

Su misión sigue siendo velar por el millón de personas sin estatus migratorio en el estado, de los cuales la mitad se estima que trabaja en el área de la construcción.

Además de su labor proselitista, fueron sus habilidades para recaudar fondos las que la llevaron a conformar parte del equipo encargado de la campaña política del excongresista Beto O’Rourke, entonces candidato demócrata al Senado y hoy precandidato presidencial.

“Desde entonces, el Partido Demócrata en Texas ha aprendido que es mejor recibir dinero y fondos directamente de los votantes a quienes quieren representar y no de interés corporativos”, considera la graduada de la Universidad de Texas en Austin en Estudios Latinoamericanos.

Poco tiempo después de las elecciones de 2016, en donde O’Rourke perdió por 2,6 puntos la contienda ante el republicano Ted Cruz, Tzintzún-Ramírez fundó Jolt-Texas, una organización de corte progesista cuya misión es movilizar a los jóvenes latinos a que participen en las elecciones con su voto.

“En este estado, ni los demócratas y republicanos puede ganar sin movilizar a los jóvenes. Además, la mitad de las personas que cumplen la mayoría de edad es de origen latino, y el 90 % es ciudadano y por lo tanto está apto para votar”, dice la madre de una niña de dos años.

Tzintzún-Ramírez insiste en que, para llegar al bloque de votantes en este ciclo electoral, el mensaje debe estar dirigido a celebrar la diversidad y la unión de todos los tejanos, y no en la división que, según ella, promociona el candidato republicano a vencer.

“(Cornyn) Solo gobierna para un sector social y económico y no vela por las necesidades de todos. No tenemos el liderazgo que necesitamos, de resolver nuestros problemas”, señala la candidata latina.

Agrega que su candidatura cuenta con un simbolismo importante después de la tragedia de El Paso (Texas), en donde murieron 22 personas a manos de un joven de 21 años motivado presuntamente por motivos raciales.

“Entiendo el racismo porque me afecta directamente. La administración de Donald Trump ataca a los inmigrantes no porque tienen miedo de mi mamá de 62 años, que es mexicana, sino más bien de alguien como yo, que ha nacido aquí, que es ciudadana y que tiene una visión distinta para el país”, subraya Tzintzún-Ramírez.

Sobre el control de armas, sostiene que el problema no está en la sociedad ni en la cultura estadounidense, sino más bien en la clase política que defiende a las empresas que donan altas sumas de dinero a las campañas políticas.

“No debería haber acceso a armas de alto calibre, así como a municiones para armas de guerra. Está en nuestras manos terminar esta epidemia que ha cobrado la vida de muchas personas inocentes”, indica la aspirante, que primero deberá ganar las primarias de su partido.

Tzintzún-Ramírez dice que espera convencer a todos los votantes de Texas, pero especialmente al electorado latino que, de acuerdo a ella, ha sido ignorado por unos partidos políticos que han hecho poco por acercárseles.

“Creo que el propósito de la vida es contribuir a hacer un mundo mejor. Por eso quiero ser la candidata para todos, porque en mi opinión de eso trata la democracia; representar a todos”, indica.

Anuncio