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Toledo tendrá otra oportunidad de quedar libre mientras se decide extradición

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EFE

El expresidente de Perú Alejandro Toledo (2001 - 2006) tendrá una nueva oportunidad para pedir que se le conceda la libertad bajo fianza mientras dura su juicio de extradición, después de que el juez californiano aceptase hoy reconsiderar su decisión anterior.

El exmandatario, que está en prisión desde que fue detenido el pasado 16 de julio, acudió a la vista de este miércoles con un nuevo abogado, Graham Archer, asignado de oficio por la corte tras la renuncia de su anterior defensor.

Archer proveyó al juez de nueva información financiera sobre su representado y le pidió volver a considerar su puesta en libertad, algo a lo que el magistrado federal Thomas S. Hixson del distrito Norte de California accedió, y fijó la nueva vista para el 22 de agosto a las 10 de la mañana (PT).

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Hixson aceptó la petición del nuevo representante de Toledo pese a que él mismo determinó el pasado 19 de julio que permaneciese en prisión mientras se celebra el juicio al encontrar riesgo de fuga, especialmente por el hallazgo en su casa un maletín con 40.000 dólares en efectivo cuando fue detenido.

El abogado que representó al exmandatario en esa ocasión, Joseph Russoniello -quien anunció su renuncia al caso durante la vista-, justificó que ese dinero es de su esposa y que lo usan para vivir y pasar el día a día, negando que se estuviese preparando para abandonar el país.

Pese a la explicación de la defensa, Hixson consideró que “sería un fracaso diplomático significativo para los Estados Unidos que Toledo se escapase” mientras dura el proceso de extradición a Perú y decidió mantenerlo detenido, algo que podría cambiar el 22 de agosto.

La sesión de hoy duró menos de diez minutos y generó mucha menos expectación que la audiencia celebrada a finales de julio, en la que hubo personas que se quedaron fuera de la sala al llegar esta a su límite de capacidad, aunque quien sí volvió a estar presente fue la esposa de Toledo, Éliane Karp.

A diferencia de la ocasión anterior, en que Karp casi se quedó fuera de la sala y cuando finalmente pudo entrar sólo consiguió sentarse en uno de los bancos de más atrás, la mujer del exmandatario logró un sitio destacado en segunda fila en esta ocasión, y Toledo se giró en varias ocasiones para mirarla y lanzarle besos al aire.

Por su parte, la fiscal Elise LaPunzina, que representa al Gobierno de EE.UU. en este caso de extradición, puso en duda que el exmandatario peruano realmente no tenga recursos suficientes para pagarse un abogado y que se le tenga que asignar uno de oficio, algo que el juez también se comprometió a revisar.

El magistrado y las dos partes acordaron que, además de volver a considerarse su posible puesta en libertad, en la sesión del 22 de agosto también se fijarán nuevas fechas para las próximas vistas.

Toledo está acusado de haber recibido hasta 35 millones de dólares de Odebrecht a cambio de favorecer a la constructora brasileña en sus negocios en Perú cuando él aún era presidente, y ha pasado los últimos dos años prófugo de la Justicia peruana en EE.UU., donde reside en la localidad de Menlo Park (California), cerca de San Francisco.

El expresidente siempre ha defendido que las acusaciones en su contra son una mentira, fruto de la “persecución política” que sufre por parte de sus “enemigos”, aun cuando cada vez se corroboran más pruebas que apuntan a que recibió grandes cantidades de dinero de Odebrecht y utilizó mecanismos de blanqueo de dinero para ocultar su origen.

Al margen de este proceso, el pasado marzo Toledo fue arrestado cerca de su domicilio por un caso de embriaguez pública y no pasó más que una noche en el calabozo de una comisaría, un caso que el exmandatario calificó de “complot” y que negó hasta que las autoridades confirmaron el hecho.

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