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ONU investigará ataques sirio-rusos en Idlib, con la oposición de Rusia

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EFE

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ordenó este jueves la investigación de los daños causados por bombardeos sirios y rusos en instalaciones apoyadas por la ONU en la provincia de Idlib, en un paso muy criticado por Rusia, que lo calificó de “error” y de obstáculo para la paz.

“Creo que esta investigación puede producir un resultado importante”, dijo Guterres en una comparecencia ante los medios acreditados en la ONU, en la que mostró su deseo de que “termine la situación dramática que está ocurriendo en Siria”.

Las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, con el apoyo de Moscú, han incrementado sus operaciones en el noroeste de Siria desde finales de abril, en la zona desmilitarizada que acordaron Turquía y Rusia en septiembre del año pasado.

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Además, el secretario general instó a “todas las partes a alcanzar un acuerdo para evitar nuevas formas de confrontación”.

Poco después de este anuncio, el Ejército sirio anunció un cese de hostilidades en Idlib con condiciones y aplicable desde este jueves.

“El secretario general, bajo la autoridad conferida en el artículo 97 de la Carta, ha decidido establecer un grupo de investigación interno de la sede de la ONU para investigar una serie de incidentes que han ocurrido en el noroeste de Siria”, anunció esta mañana el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, en un breve comunicado.

Según esta nota, “la investigación cubrirá la destrucción o los daños a las instalaciones” situadas en la lista de zonas incluidas el acuerdo alcanzado en septiembre y en las “instalaciones apoyadas por la ONU en el área”, según apuntó Dujarric.

Este comité “verificará los hechos de estos incidentes e informará al Secretario General una vez que finalice su trabajo”.

Sin embargo, para el representante permanente adjunto de Rusia ante Naciones Unidas, Dmitry Polyanskiy, este paso es un “error” que responde a “presiones de países que realmente no quieren llevar la paz a Siria”.

Polyanskiy aseguró ante los medios que la formación del grupo de investigación responde a “noticias inventadas” y acusó a la ONG conocida como los “cascos blancos”, que opera en Siria, de no ser creíble.

“Nosotros hemos aportado datos y creemos que las fuentes de esa información deben ser creíbles”, declaró antes de sugerir que el objetivo de la investigación no es otro que acusar a Siria y a Rusia.

“Esto no es para una investigación, esto es para acusar a Siria y Rusia de cosas que no hemos hecho”, declaró ante los periodistas acreditados en Naciones Unidas.

A este respecto, Guterres subrayó que respeta “totalmente el derecho de Rusia de discrepar” de sus decisiones, aunque insistió que otros 10 países del Consejo de Seguridad de la ONU, integrado por 15 miembros, no comparten la opinión de Moscú.

“Puedo garantizar que se hará todo lo posible para que el equipo de investigación actúe con total objetividad, no para demostrar algo, si no, simplemente, para determinar cuál es la verdad”, dijo Guterres.

Otros países del Consejo de Seguridad, como EE.UU. y el Reino Unido, expresaron su apoyo a dicha investigación.

“Hay un gran apoyo de EE.UU.”, dijo en una rueda de prensa en Washingto el enviado especial estadounidense para Siria y ante la coalición global contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), James Jeffrey.

Una postura compartida por la representante permanente del Reino Unido ante la ONU, Karen Pierce, que se mostró satisfecha de que Guterres haya formado este grupo para responder a la situación que se vive en Siria.

El anuncio de Guterres se produce dos días después de que el vicesecretario general para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, asegurara ante el Consejo de Seguridad de la ONU que las fuerzas de los Gobiernos sirio y ruso estaban provocando una “masacre”.

“Durante más de 90 días, los bombardeos y los ataques con artillería de los Gobiernos de Rusia y Siria han resultado en una masacre en las llamadas zonas de reducción de las hostilidades de Idlib”, dijo Lowcock.

Según datos de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, citados por Lowcock, 450 civiles han muerto en las últimas dos semanas.

El mes de julio se ha convertido en el mas sangriento desde el comienzo del año en Siria, según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que confirmó que al menos 507 civiles perdieron la vida en los últimos 31 días.

El pacto alcanzado por Rusia y Turquía en septiembre logró detener ofensiva que planeaba el régimen sirio contra la región, último reducto de la oposición en Siria, y estableció un cinturón humanitario para los cerca de 3 millones de personas que se calcula viven en Idlib.

Sin embargo, en las últimas semanas las operaciones militares y la violencia han aumentado de manera considerable, especialmente contra objetivos civiles.

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