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El Gobierno critica a Irán y China por “reprimir” a minorías religiosas

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EFE

El Gobierno arremetió hoy contra Irán por “reprimir” a las minorías religiosas de su país y avisó a China de que habrá “consecuencias” si continúa intentando “eliminar” la cultura de los musulmanes uigures que viven en la región noroccidental de Xinjiang.

“A aquellos que violan la libertad religiosa, EE.UU. está observando y tendréis que rendir cuentas”, amenazó el secretario de Estado, Mike Pompeo, en una rueda de prensa para presentar el informe de su Gobierno sobre libertad religiosa, relativo a 2018.

Pompeo consideró que el “ajuste de cuentas” del “régimen iraní” contra los cristianos, judíos y otras minorías religiosas “debería remover la conciencia de cualquiera”.

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Irán se define en su Constitución como una República Islámica y, en opinión de Washington, eso se traduce en “ejecuciones”, “torturas” y “encarcelamientos” para aquellos que no siguen las directrices del chiísmo, según testimonios de varias ONG, que recoge el Departamento de Estado en su informe.

En ese mismo documento, Washington acusa al Gobierno chino de “ejercer control” sobre aquellas religiones que son percibidas como una “amenaza” para el Partido Comunista Chino, lo que supuestamente lleva a agresiones contra cristianos, budistas del Tíbet y miembros del movimiento budista Falun Gong.

En respuesta a ese comportamiento, Washington avisó de que habrá “consecuencias” si Pekín continúa “tratando de eliminar la cultura y la fe” de esas minorías y de los musulmanes uigures que viven en Xinjiang, donde se estima que un millón de miembros de esa minoría han sido privados de libertad.

“Le decimos esto a China, no se equivoquen, no van a ganar su guerra contra la fe. Habrá consecuencias por su posición en el interior de su país y en todo el mundo”, subrayó Brownback.

Brownback aseguró que Washington ha detectado un “aumento” en la represión contra las minorías religiosas y que, esas acciones, se han “generalizado” a todo el país.

Desde 1999, China figura en la “lista negra” de países que, según el Gobierno, violan la libertad de culto y, como consecuencia, no puede importar equipos electrónicos estadounidenses destinados a vigilancia.

El Departamento de Estado incluyó por primera vez en ese documento una sección específica sobre de Xinjiang.

Expertos, exiliados y organizaciones aseguran que los miembros de esas minorías -con ciudadanía china- están encerrados en campos de adoctrinamiento, que el Gobierno chino define como “centros de reeducación”.

El informe recoge denuncias de varias ONG y artículos de medios que aseguran que los detenidos han sufrido “desapariciones forzosas, torturas, abusos físicos y detenciones prolongadas sin un juicio debido a su religión o su etnia”; y destaca: “Ha habido reportes de prensa sobre muertes entre los presos”.

En Xinjiang, las autoridades utilizan no solo la más avanzada tecnología de reconocimiento facial, sino también el análisis de datos personales para “vigilar y hacer seguimiento”, tal y como ha denunciado la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch .

El Gobierno no ha podido acceder a Irán ni a Xinjiang y, por eso, esas partes del informe se basan en reportes de prensa y denuncias de varias ONG.

El documento presentado hoy se elabora anualmente por orden del Congreso, y urge al secretario de Estado a decidir en un plazo de 90 días si hay algunos países “de preocupación especial” por la falta de libertad religiosa, lo que puede restringir la ayuda económica a esas naciones.

No obstante, el secretario de Estado puede decidir incluir a un país en esa lista negra pero no aplicarle sanciones si eso está en el interés de EE.UU., como ha ocurrido en los últimos años en el caso de Arabia Saudí.

En su rueda de prensa, Pompeo no mencionó la política de Riad contra aquellos que se oponen al wahaismo (corriente musulmana del sunismo); pero, al ser insistido por la prensa, Brownback reconoció que Arabia Saudí, socio estratégico de EE.UU. en Oriente Medio, es “uno de los peores actores del mundo en libertad religiosa”.

Los países que están actualmente en la “lista negra” por “violaciones sistemáticas, continuas y graves de la libertad religiosa”, son China, Birmania, Eritrea, Irán, Corea del Norte y Sudán.

Otras cuatro naciones (Pakistán, Arabia Saudí, Tayikistán y Turkmenistán) figuran también en ese listado, aunque está exentas de sanciones por “razones de seguridad nacional”.

Pompeo hará pública la lista de los países que entran o salen de esa “lista negra” en 90 días.

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