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Presidente de México recibe empresarios aeronáuticos y ferroviarios foraneos

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EFE

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recibió este martes en el Palacio Nacional a representantes de las empresa canadiense Bombardier y la francesa Safran, ambas fabricantes de equipo aeronáutico y ferroviario.

“Me reuní con los representantes de las empresas globales Bombardier y Safran. Me expresaron su deseo de seguir invirtiendo en México, en la industria aeroespacial y en la construcción de trenes. ?Enhorabuena!”, publicó el mandatario en Twitter.

Junto a este mensaje, López Obrador publicó dos fotografías en las que aparece con los representantes de cada una de las dos empresas en el despacho presidencial del Palacio Nacional, ubicado en el centro de Ciudad de México.

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A los dos encuentros acudió Alfonso Romo, quien ejerce como jefe de la Oficina de la Presidencia y de enlace entre López Obrador y los empresarios mediante el Consejo para el Fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento Económico.

El programa de López Obrador en materia de transporte ha provocado controversia desde que decidió cancelar las obras de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), la magna obra impulsada por su predecesor, Enrique Peña Nieto.

El líder izquierdista, que ganó las elecciones el 1 de julio de 2018, defendía que esas obras estaban manchadas por la corrupción y eran nocivas para el medioambiente.

Entre el 25 y el 28 de octubre, el partido de López Obrador, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), organizó una polémica consulta ciudadana, sin observadores independientes, en la que ganó la opción de frenar el proyecto.

Como alternativa para descongestionar el actual aeropuerto de Ciudad de México, el mandatario quiere reconvertir la base militar de Santa Lucía, a las afueras de la capital, en un aeropuerto civil con la construcción de dos nuevas pistas.

El otro gran proyecto de transporte del nuevo Gobierno es el Tren Maya, un ferrocarril de pasajeros que unirá los turísticos estados del sureste mexicano: Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas.

Esta obra ha recibido la oposición de comunidades indígenas de la zona, que reclaman que deben ser consultadas antes de construir en sus territorios.

Finalmente, López Obrador quiere construir un corredor de mercancías que una los océanos Pacífico y Atlántico en el Istmo de Tehuantepec, puesto que es la zona más angosta entre ambos océanos.

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