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La nueva ley energética de P.Rico dará paso a un sistema basado en renovables

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EFE

La firma de la nueva Ley de Política Pública Energética de Puerto Rico dará paso, a partir de hoy, a la transformación progresiva de un sistema caro bajo el monopolio de una ineficaz compañía estatal a otro, parcialmente en manos privadas, basado en las renovables.

El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, dijo durante la firma de la ley, el jueves, que se trata de un momento histórico, ya que el objetivo es dejar atrás uno de los peores sistemas energéticos de la región para dar paso a uno que termine con la generación por medio de combustibles fósiles y que facilite el desarrollo económico.

El Ejecutivo liderado por Rosselló ha insistido en innumerables ocasiones en que una de las principales causas de los problemas de desarrollo económico que sufre Puerto Rico tiene su origen en un sistema energético obsoleto en manos de una Autoridad de la Energía Eléctrica (AEE) responsable de un servicio que no satisface a sus clientes.

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Las empresas puertorriqueñas son quienes más sufren el deficiente servicio de la AEE, con tarifas elevadas que lastran su competitividad y con una generación basada en los fósiles, una opción cara, obsoleta y nociva para el medioambiente, según el Gobierno de la isla caribeña.

El catedrático de Economía de la Universidad de Puerto Rico José Alameda dijo hoy a Efe que la nueva ley, aunque pueda verse como un hecho positivo, no garantiza la reducción de las tarifas a particulares y empresas, que sufren precios muy por encima de otros territorios de la región.

“No creo que la situación cambie para el consumidor típico”, indicó Alameda, tras indicar que la ley lo que si hace es liberar a la AEE del casi monopolio con que contaba hasta el momento.

El economista dijo que también habrá que ver cómo se atiende ahora el asunto de los subsidios que la AEE otorgaba a municipios y otras entidades públicas, una vez que parte del sistema pase a manos privadas.

La nueva ley establece que para el 31 de diciembre de 2020 la AEE tendrá que haber transferido a operadores privados todos los activos de generación.

Además, la AEE tendrá que firmar los contratos para ceder -en la forma de concesión- la infraestructura de transmisión y distribución antes de que finalice el presente año.

La ley establece además el límite de enero de 2028 para eliminar el uso de carbón como fuente de energía y que en 2025 el 40 % de la energía tenga como fuentes las renovables.

La norma indica que en 2050 toda la energía eléctrica tenga como origen las fuentes renovables.

El texto de la ley establece también que se traten de alcanzar tarifas para el consumidor de 20 centavos el kilovatio, aunque solo como un objetivo deseable.

La privatización de la AEE está limitada a la generación, mientras que para la distribución y transmisión, también en manos de la AEE, se ha optado por la concesión a término definido.

La ley, que define el marco legal de la reforma energética, permite abrir la convocatoria para recibir las ofertas de las empresas interesadas y proceder con su evaluación técnica, económica y financiera.

La transformación de la AEE se llevará a cabo mediante un modelo de alianza público-privada (app), de manera transparente y pública, y contará con participación directa de la Asamblea Legislativa y la Comisión de Energía.

“Estamos ante un día histórico en la transición para un área neurálgica para Puerto Rico”, dijo Rosselló en conferencia de prensa, tras asegurar que se cumple así con su promesa de que el energético pase a convertirse en un modelo sostenible en la isla.

Rosselló justificó la puesta en marcha de la ley por la necesidad de contar con un modelo que contribuya a la buena marcha de la economía.

El primer ejecutivo de la AEE, José Ortiz, señaló por su parte que la bajada en los costos de energía solar y los sistemas de baterías harán posible la implantación de esta ley, con muchas opciones para el abonado y añadiendo resiliencia en la red.

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