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Fuglsang triunfa en Recanati y Yates defiende el maillot azul

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EFE

El danés Jakob Fuglsang (Astana) ganó este domingo la quinta etapa de la Tirreno-Adriático, en la que el británico Adam Yates (Mitchelton-Scott) acabó segundo y defendió el maillot azul de líder de la general.

La etapa de los “muros”, de Colli al Metauro a Recanati con un recorrido de 180 kilómetros y unas tremendas escaladas finales, vio a Fuglsang imponerse con 40 segundos de ventaja sobre Yates, mientras que el esloveno Primoz Roglic (Lotto-Visma) terminó tercero.

Fuglsang rozó en algunos momentos el maillot azul, pero un gran esfuerzo final de Yates le permitió mantenerse líder y aumentar a 26 segundos la ventaja sobre Roglic en la general.

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La prueba se abrió con trece corredores que se escaparon y que se hicieron con más de siete minutos de ventaja sobre el pelotón. Los que más aguantaron fueron el danés Mats Pedersen (Trek-Segafredo), el alemán Nico Denz (AG2R) y los italianos Edoardo Zardini (Neri Sottoli) y Davide Gabburo (NSK).

Llegaron sólidamente al mando hasta los últimos 30 kilómetros, cuando el grupo, empujado por los hombres del equipo Astana, ganador del sábado con el kazajo Aleksej Lutensko, aumentó el ritmo y empezó a acercarse.

Los corredores encararon tres veces un circuito que llevaba a Recanati y que preveía cuatro subidas al Muro di Porta d’Osimo, con pendientes del 19 %, y tres escaladas al Muro de San Pietro, con cumbres del 20 %.

Gabburo y Pedersen eran los que más energías tenían e intentaron apretar en los pedales para alejarse de un pelotón en el que, poco a poco, iban separándose los protagonistas más esperados, con Jakob Fuglsang o el francés Julian Alaphilippe (Quick-Step).

Fuglsang lo dio todo y se hizo con el liderato cuando faltaban 10 kilómetros para el final, lo que obligó a Yates y a Roglic a separarse del grupo, levantarse en los pedales y apretar para tratar de poner a salvo su posición en la general.

El corredor danés, segundo clasificado hace ocho días en la Strade Bianche, aguantó con brillantez y llegó al último muro, con pendientes que rozan el 20 %, con 55 segundos de ventaja sobre Yates y Roglic.

Durante algunos metros, el ciclista del Astana llegó a tener más 1 minuto y 10 segundos de ventaja, lo que le hacía saborear el maillot azul de Yates, pero el británico no estaba dispuesto a ceder.

Yates atacó a 1,7 kilómetros del final con fuerza y fulminó a Roglic, recortando segundos preciosos con respecto a un Fuglsang, aunque sin poder alcanzar al potente corredor danés.

Fuglsang cruzó la línea de meta en 4 horas, 39 minutos y 33 segundos y levantó los brazos al cielo, dedicando su victoria a su excompañero Michele Scarponi, trágicamente fallecido en abril de 2017.

El danés se hizo además con el podio en la general, al colocarse tercero a 35 segundos de Yates. El británico es líder con 25 segundos de ventaja sobre Roglic, segundo.

La sexta etapa se disputará este lunes, con un recorrido de 195 kilómetros, entre Matelica y Jesi, con un final plano y potencialmente favorable a los velocistas.

Será la última etapa larga, antes de que la Tirreno-Adriático se complete el martes con una contrarreloj individual de diez kilómetros y cincuenta metros, con salida y llegada en San Benedetto del Tronto, que coronará al ganador de la carrera de los dos mares.

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