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Arresto de jefes criminales en Ciudad de México puede detonar más violencia

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EFE

Las recientes detenciones de presuntos líderes de grupos delictivos asentados en Ciudad de México como la Unión Tepito o el Cartel de Tláhuac pueden generar una fragmentación de las bandas que detone todavía más violencia en la capital.

“La tendencia histórica refleja que cuando se detiene algún delincuente o es abatido se fragmentan las organizaciones y hay un repunte de la violencia para disputarse lo que queda de la organización”, dijo este martes en entrevista con Efe el especialista en seguridad Javier Oliva.

La semana pasada, la Policía Federal detuvo en un departamento de la capital mexicana a Alexis “N”, alias El Alexis y uno de los presuntos líderes de la Unión Tepito, una de las bandas criminales más poderosas de la urbe.

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El Alexis vivía en un departamento de lujo en San Ángel, en el sur de Ciudad de México, donde disponía de piscina, áreas verdes y área de juegos, dentro de un condominio con inmuebles valorados hasta en 8 millones de pesos (unos 415.000 dólares).

De acuerdo con medios locales, varias mujeres relacionadas con el grupo criminal fueron piezas clave para la captura del Alexis y otros miembros de la Unión Tepito.

Sus gastos desmesurados permitieron seguir el rastro -a través de los movimientos bancarios- de algunos de estos presuntos criminales arrestados.

Sumada a esta mediática detención, este lunes la Fiscalía General de la República (FGR) anunció la captura de Luis Felipe “P”, alias el Felipillo, por su probable responsabilidad en la comisión de delitos contra la salud (narcotráfico).

La detención, llevada cabo por elementos de la Policía Federal Ministerial, tuvo lugar en la alcaldía de Tlalpan, en el sur capitalino.

“Al momento de ser detenido, junto con otra persona, se aseguraron armas de fuego, cartuchos útiles, estupefaciente y un automóvil”, detalló la FGR en un boletín.

El Felipillo es hijo de Felipe de Jesús Pérez, alías el Ojos, señalado como líder del cártel de Tláhuac y fallecido en julio de 2017 durante un operativo de la Marina.

Oliva, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lamentó que las autoridades no hayan aprendido a “establecer protocolos y medidas” que eviten este repunte de la violencia cuando se descabezan grupos criminales.

Consideró que, por estos motivos, la violencia no disminuirá en la capital.

El pasado año se registraron 33.341 asesinatos en el país, siendo el más violento de la historia de México desde que empezaron los registros en 1997.

Los 1.225 asesinatos registrados en Ciudad de México en 2018 supusieron un aumento de 17 % anual.

Al finalizar enero, los 156 homicidios en la capital representaron un alza de 119,7 % frente a los dato de enero de 2018.

En enero se cumplían casi dos meses de que Claudia Sheinbaum, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), asumiera como jefa de Gobierno de Ciudad de México.

El secretario capitalino de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta, reconoció recientemente que hay al menos diez bandas criminales en la capital.

Identificó grupos como Unión Tepito, el cártel de Tláhuac, los Rodolfos, los Molina, la Rosa Nueva o la Antiunión Tepito.

Al que se sumarían otras células delictivas como Los Pozoles, Los Panchos, Los Pitufos, Los Spring Breakers, Los Ruteros y los Yonkeros, especializados en distintos tipos de ilícitos y distribuidos por varios puntos de la capital.

Por el momento, parece que el nuevo Gobierno capitalino -del mismo partido del presidente Andrés Manuel López Obrador- no ha podido frenar esta ola de violencia.

Entre otras medidas, Sheinbaum ha apostado por mejorar los datos estadísticos de la incidencia delictiva para combatir los focos rojos.

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