Firma farmacéutica acusada de crisis de opiáceos en EEUU baraja la bancarrota
La compañía farmacéutica Purdue Pharma, acuciada por varios litigios de gran calibre que la responsabilizan de agravar la crisis de los opiáceos en Estados Unidos, baraja la bancarrota, según informó este lunes The Wall Street Journal (WSJ).
La fabricante del fármaco OxyContin, un potente y adictivo analgésico, ha sido objeto de demanda de 1.600 ciudades, condados y estados del país por supuestamente usar publicidad engañosa para impulsar las ventas de los opiáceos que han contribuido al aumento de las muertes por sobredosis.
Purdue, que niega la mayor y dice estar comprometida con poner solución a la considerada “epidemia” de los opiáceos, ha contratado recientemente a dos firmas de abogados especializados en procesos de reestructuración y ha puesto de presidente en su junta directiva a un experto en esta área, Steve Miller.
En declaraciones al rotativo, la farmacéutica aseguró que tiene “amplia liquidez” y que se debe a los usuarios de su medicación, a proveedores y a otros socios, pero según fuentes cercanas al asunto considera acogerse a la ley de quiebras para afrontar los procesos legales.
Según medios especializados, es habitual en EE.UU. que las compañías acudan a tribunales de bancarrota para tratar de limitar sus responsabilidades, y en este caso acogerse a la ley paralizaría los procesos que Purdue afronta y le ofrecería un resorte para cerrarlos bajo la supervisión del juzgado.
Aunque de momento versiones apuntan a que la compañía baraja esta opción, WSJ señala que Purdue transfería la mayor parte de sus beneficios a miembros de la familia propietaria de la empresa, los Sackler, por lo que sus activos pueden no ser suficiente para cubrir las obligaciones.
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) indica en su página web que las muertes por sobredosis de opioides, entre ellos los que se suministran con receta médica, se han multiplicado por seis desde 1999.
Las sobredosis relacionadas con opioides en EE.UU. se saldaron con más de 47.000 muertes en 2017, de las cuales un 36 % incluían drogas que habían sido suministradas con receta médica.
En 2007, la compañía y tres de sus ejecutivos fueron condenados a pagar una multa de 634,5 millones de dólares por engañar al público sobre el riesgo adictivo del analgésico OxyContin, que comercializa desde su aprobación por las autoridades en 1995.
