Anuncio

El duelo entre Oporto y Benfica decidirá el liderato provisional

Share
EFE

Pasar su infancia en Estados Unidos impuso a Tatiana Vertiz (Ciudad de México, 1987) un estilo de vida en el que el deporte era algo irrenunciable. Practicó kárate, gimnasia y hockey sobre hielo. Agarró también la raqueta porque, según aseguró en una entrevista a EFE, “traía ese espíritu competitivo innato”.

A los 17 años, sin embargo, dejó el tenis. Era su último año de preparatoria. “Entonces no me vi en un gimnasio el resto de mi vida, viendo una pared”, explicó antes de reparar en su entrada al mundo del triatlón y, concretamente, del Ironman. “Ese es el reto más superhumano que hay y me volví adicta”, bromeó.

Con 19 años se fijó el objetivo más apetitoso para cualquier triatleta: el Campeonato del Mundo, en Hawai.

Anuncio

“A veces la locura te lleva a romper barreras. Si no piensas absurdos, fuera del cuadro que define la sociedad, no descubres los límites que tienes”, se justificó.

Tutelada por Heather Fuhr, pionera y leyenda de la disciplina, Tatiana Vertiz festejó dos títulos mundiales en la categoría de menos de 24 años. En el segundo de ellos paró el crono en 10 horas y 1 minuto. Se quedó a escasos segundos de romper la ansiada barrera de las 10 horas. Con esa “cosquillita” en el cuerpo, trató de alargar su carrera pese a la lesión que se “produjo en 2008 y que se manifestó hasta 2012”.

“Fue por un accidente de bici. Me rompí la clavícula derecha y me fracturé la espalda, pero solo se veía un moretón. Aguanté cinco Ironman sin hacer la terapia adecuada y de tanta paliza se fue desviando la vértebra. Siempre sentía como un desbalance en las caderas, pero no me imaginaba la magnitud del problema”, confesó.

En el inicio de su carrera profesional, con una perspectiva ilusionante, debió renunciar a la competición.

“Ahora creo que si mi carrera se puso en pausa es para lograr otras cosas en mi vida (...) aunque en ese momento me tuve que revaluar como persona. Mi identidad había sido la de atleta. En mi mente yo me había puesto en ese papel y cuando la vida de repente te da un giro así tienes que decir: ‘?Quién soy sin el triatlón? ?Quién soy sin ese grupo de amigos? ?Quién soy en otros ámbitos de la vida?’”, continuó Vertiz.

La triatleta mexicana reconoció durante su visita a EFE que le costó “mucho encontrar esas respuestas”.

“Pero a la vez se había terminado mi visa laboral en Estados Unidos y me enfrentaba a regresar a mi país. Ese cruce, aunque fue un cruce como de doble cachetada, me sirvió porque me fui de San Diego, donde entrenaba con ese grupo. Si hubiese seguido allí hubiera sido como un alcohólico en un bar. Regresar a México fue como darle la vuelta a la hoja. En mi país me di cuenta de todo lo que podía aportar al deporte y se me abrió un nuevo capítulo de mi vida”, convino.

A su país volvió hace cuatro años. Le sorprendió el “contraste” con la realidad de los deportistas en Estados Unidos y “las diferencias de oportunidades que hay para los jóvenes”. “En México también hay talento que falta que se explote”, remarcó.

Tatiana Vertiz empezó a expresar a partir de entonces su voluntad de “ayudar”. “Hay unos lugares increíbles para practicar deporte y quisiera anunciar eso al mundo”, señaló.

Con ese deseo se mudó a Madrid. Está estudiando el Máster de Marketing Deportivo en ESIC, donde está adquiriendo las herramientas para explotar el “potencial ilimitado” que ve en México: “Es un país con muchísimos recursos; tiene unos lugares increíbles, tanto playas como montañas; un buen clima, una gente con una hospitalidad enorme y una comida deliciosa. Todo eso se junta para poder crear un ámbito increíble de turismo deportivo”.

?Cómo hacerlo? Su receta pasa por replicar el modelo español.

“Aquí hay un modelo híbrido que funciona increíble. El Gobierno está trabajando muy bien con el sector privado y creo que hay gente con criterio deportivo pero también empresarial, que está como de intermediario, como ejemplo, el Consejo Superior de Deportes. Tienen gente que entiende el marketing, el deporte y el sector privado y están dándoles todas las oportunidades a los deportistas para ser conocidos en el país y para generar patrocinios. En todos los municipios de España hay apoyo a los atletas locales. No tienes que ser una estrella del Real Madrid, puedes ser Carolina Marín, la estrella de bádminton”, comentó Tatiana Vertiz.

Su proyecto para México pasa por proponer la creación de “algo tipo el Consejo Superior de Deportes, que sea un brazo derecho del Gobierno, que esté supervisando este modelo híbrido y que esté generando el apoyo del sector privado y apoyándose en lo que el gobierno pueda dar en cuanto a presupuesto y apoyo de eventos, etcétera. También un plan como el plan ADO, que han hecho aquí”, abundó con la ilusión de quien quiere ayudar a su gente.

“Esa es la política que yo tengo. Quiero ayudar a los jóvenes de México. Yo lo viví como atleta y sé lo difícil que es lograr apoyo. Más cuando tu país o cuando ciertas empresas están enfocados en lo suyo y tienen sus propios presupuestos, limitaciones y preocupaciones. He entendido la manera de gestionar esos recursos. Sé que no hay un país que a todo el mundo le pueda dar todo, pero creo que podemos facilitar el camino para nuestros jóvenes. No somos Estados Unidos, pero no tenemos por qué serlo sino tener nuestro propio modelo de país y ver cómo ayudarles”, sentenció.

Lucía Santiago

Anuncio