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Uruguay desperdicia una histórica ocasión de volver a un Mundial tras 33 años

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EFE

La selección uruguaya de baloncesto desperdició una oportunidad de oro para retornar a un Mundial de este deporte tras 33 años de ausencia al caer ante Puerto Rico el lunes por 65-61 en un encuentro en que, pese a exponer su tradicional garra charrúa, lo dejó a las puertas de la hazaña.

A expensas de un triple fallado en el final, la Celeste pagó caro errores defensivos, pérdidas de balón, poca contundencia en ofensiva y no logró quebrar la larga historia de fracasos en la clasificación a mundiales.

El proceso de Uruguay en las ventanas eliminatorias tuvo altibajos, cambios de entrenador y estrellas ausentes como el base del Baskonia, Jayson Granger.

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Sin embargo, siempre estuvo próximo a abrochar la clasificación y quedó únicamente a una bola de forzar un alargue ante los boricuas para continuar soñando con el Mundial de China 2019.

Fallos en la organización de la Federación Uruguaya de Basketball (FUBB), toma de decisiones sin explicaciones durante las eliminatorias y viajes demasiado largos fueron solo algunas de las cosas que el equipo debió afrontar.

El camino de Uruguay por el boleto al gigante asiático comenzó con el pie derecho gracias a las tres victorias consecutivas en los partidos ante Panamá, Paraguay y Argentina.

La primera derrota llegaría ante los panameños, de visitante, pero rápidamente se recuperó y venció a Paraguay.

El primer revés importante se dio el 1 de julio de 2018 cuando recibió a Argentina en un partido en el que no se contó con ninguna de las figuras debido a una serie de lesiones. Uruguay sufrió una paliza por 58-102 en el clásico rioplatense.

Meses más tarde, ante Estados Unidos, padeció la segunda derrota abultada consecutiva al caer por 114-57 en un partido en el que los dirigidos en aquel momento por Marcelo Signorelli presentaron un equipo alternativo teniendo en cuenta que la derrota era inminente.

El sueño uruguayo se recuperó con la victoria en casa ante México por 63-60 en un encuentro que llegó a perder por amplia diferencia, pero al pudo darle vuelta al marcador.

Cuando todo parecía ponerse en orden, los problemas internos surgieron y Signorelli fue destituido como seleccionador debido a la relación conflictiva con el pivot Esteban Batista.

En su lugar, la FUBB hizo una fuerte apuesta al convocar al galardonado entrenador argentino Rubén Magnano.

Bajo su batuta, Uruguay también comenzó con buen pie y abrochó una sufrida victoria ante Puerto Rico por 64-62 en Montevideo el 29 noviembre de 2018, aunque días más tarde cayó ante un Estados Unidos sin jugadores estrella, también en casa, por 70-78.

La Celeste estuvo al frente la gran mayoría del partido, pero en los minutos finales los norteamericanos pusieron un parcial de 1-16 para ganar.

Pese a los problemas, las peleas, las ausencias y las lesiones, todo se redujo a la última ventana doble, donde Uruguay se mediría en una final ante Puerto Rico para definir cuál de los dos se quedaría con la última plaza americana.

El encuentro fue parejo, con idas y vueltas en el marcador, pero los puertorriqueños dominaron gran parte del duelo y llegaron al cierre con una ventaja de 58-45, con tres minutos y medio para el final.

La selección de la garra charrúa no vendería tan barata su eliminación y en los instantes finales tuvo una gran arremetida, presionando en toda la cancha y concretando varios robos de balón y puntos de contragolpe que le permitieron tener, en las manos del base Luciano Parodi, el empate a falta de cinco segundos.

Pero el tiro de tres puntos lanzado por Parodi no entró y le permitió a Puerto Rico abrazar el sueño mundialista una vez más.

Uruguay, aunque intentó por todos los medios, quedó nuevamente en las puertas de una clasificación que le sigue siendo esquiva.

El plantel encabezado por Batista, Bruno Fitipaldo y Mathías Calfani disimuló hasta el final todas las dificultades internas que vive el baloncesto uruguayo, con problemas de organización, tanto en sus ligas profesionales como en la formación de juveniles.

Sin embargo, estas complicaciones, a fin de cuentas, terminaron pesando y dejaron a Uruguay nuevamente fuera de un mundial, con más dudas que certezas de cara al futuro y con muchas cosas que mejorar si aspira a clasificarse y dejar de lado décadas de fracasos.

Si bien no será fácil para los charrúas, ya que pertenecen a un continente con potencias como Estados Unidos, Argentina o Puerto Rico, el nuevo formato de eliminatorias de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) demostró ser positivo para los uruguayos.

Si logran dejar de lado sus problemas y centrarse en el juego, seguramente podrán volver a los mundiales.

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