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La Fiscalía incluye como “agravante” el asalto en que Ibar fue arrestado

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EFE

El juez del juicio a Pablo Ibar admitió hoy una moción presentada por la Fiscalía para agregar un agravante al caso del hispano-estadounidense, que en enero pasado fue declarado culpable de tres asesinatos cometidos en 1994 y espera sentencia en una cárcel del sureste de Florida.

En una audiencia en Fort Lauderdale, a 29 millas al norte de Miami, el juez Dennis Bailey aceptó la moción de la Fiscalía que pedía incluir en su “lista de agravantes” del caso Ibar el asalto y allanamiento de una vivienda en el condado de Miami-Dade.

En esa vivienda fue arrestado Ibar tres semanas después del triple homicidio del que ha sido declarado culpable, que fue cometido el 26 de junio de 1994.

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La Policía del condado de Miami-Dade arrestó el 14 de julio de 1994 a tres jóvenes por un delito de intento de robo con violencia en una vivienda, entre ellos Ibar.

Fue entonces que los detectives encontraron parecido entre Ibar y la persona que aparecía en las imágenes granuladas y borrosas extraídas de la cámara de seguridad que había en la casa de Miramar donde fueron asesinados Casimir Sucharsky, Sharon Anderson y Marie Rogers.

La cámara, cuyas imágenes tenían por entonces las comisarías con vistas a la detención de los autores del crimen, grabó el momento de los asesinatos.

Sin embargo, este caso no fue objeto de acusación o prueba en el presente juicio, el cuarto al que es sometido Ibar y el segundo en el que le declaran culpable.

Ahora, cuando el proceso está a punto de entrar en la fase de sentencia, la Fiscalía quiere utilizar el incidente para “persuadir al jurado” de que recomiende la pena máxima, advirtió Andrés Krakenberger, portavoz de la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar, con sede en España.

Con esta acción, el estado de Florida intenta “persuadir” a los 12 miembros del jurado de que deben recomendar la pena de muerte de Ibar, sobrino del fallecido boxeador español José Manuel Ibar “Urtain”, opinó Krakenberger.

La defensa del hispano-estadounidense había presentado dos mociones que fueron rechazadas hoy por el juez Bailey.

Los abogados de Ibar habían solicitado al juez la exclusión de cualquier testigo o pruebas relacionados con el allanamiento de esa vivienda en Miami-Dade el 14 de julio de 1994.

La defensa alegaba que la Fiscalía presentó esa moción fuera de plazo y que el juez había dispuesto en su día que “el jurado seleccionado no debía tener ningún conocimiento previo ni información de ese caso”, agregó Krakenberger.

El pasado 19 de enero las ocho mujeres y cuatro hombres que componen el jurado declararon culpable a Ibar de los seis cargos que pesan en su contra, tres de ellos de asesinato en primer grado.

Ibar, de 46 años, lleva casi 25 años preso, 16 de los cuales los pasó en el corredor de la muerte en una prisión de Florida.

Los abogados de Ibar han sufrido además otro varapalo con la negativa este jueves de un tribunal de apelaciones de aceptar una apelación sobre un jurado que se “arrepintió” del veredicto de culpabilidad.

El Tribunal de Apelaciones del Cuarto Distrito de Florida denegó la apelación de la defensa con el argumento de que “carece de competencia”.

El miembro del jurado arrepentido, identificado como “Collins”, fue excluido por el juez tras reconocer en una audiencia que en una página de internet denunció haber sufrido “presiones increíbles” y “bullying no intencionado (sic)” durante las deliberaciones del jurado del juicio a Ibar.

Al no prosperar ese recurso, un miembro suplente probablemente ocupará el puesto del “arrepentido” cuando el jurado decida si Ibar es otra vez condenado a muerte -ya lo estuvo de 2000 a 2016-, como pide la Fiscalía.

Si el jurado no vota unánimemente, Ibar recibirá una sentencia a prisión perpetua.

El jefe de la defensa de Ibar, Benjamin Waxman, había explicado que la idea de la apelación ante el Cuarto Distrito de Florida era mantener a “Collins” como jurado.

La fase para sentencia, prevista para el próximo 25 de febrero fue suspendida por el magistrado hasta nueva fecha.

En 2016 la Corte Suprema de Florida anuló la sentencia y ordenó celebrar el juicio que ahora tiene lugar, porque consideró que las pruebas físicas presentadas contra Ibar eran débiles y no le conectaban con los tres asesinatos.

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