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El teatro documental desembarca en Miami de la mano de la española Miranda

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EFE

Miami no es cosmopolita, sino “profundamente latina” y millonaria en historias, dice a Efe la dramaturga española Lucía Miranda, que estrena este jueves una obra de teatro documental para la que entrevistó a decenas de miamenses.

“I Am Miami” (Yo soy Miami) son 7 piezas teatrales de 15 minutos cada una que condensan algunas de las muchas historias de vida que Miranda escuchó y grabó en las entrevistas que realizó en 2018 a personas de muy diferentes edades, orígenes y ámbitos.

“La primera dificultad que encontré fue seleccionar el material porque Miami es muy rica en historias, podría haber hecho tanto una obra de hora y media como una trilogía o una serie de Netflix”, dice en una entrevista con Efe en la víspera del estreno.

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“I Am Miami” se representará a partir de este jueves en los siete contenedores de mercancías convertidos en microteatros que posee el Centro Cultural Español (CCE) de Miami y que han contribuido a popularizar el teatro breve en la ciudad.

La vallisoletana Miranda, autora de obras como “Fiesta, fiesta, fiesta”, que estrenó con gran éxito el año pasado y en la que hizo una radiografía de las escuelas públicas españolas a partir de entrevistas con alumnos de familias con problemas socio-económicos, es un referente del teatro documental en español.

En este tipo de teatro, que se origina en países anglosajones, las obras se construyen a partir del testimonio de personas o grupos.

Cuando, además, se recogen las palabras precisas dichas por las personas entrevistadas se conoce en inglés como teatro “verbatim”, que es lo que la española ha hecho con los relatos de los miamenses.

Miranda precisa que no solo ha reproducido fielmente las palabras de sus entrevistados, también la manera de hablar, el acento y hasta “la respiración”. Para lograrlo, los actores trabajan directamente con las grabaciones de Miranda.

“El lenguaje es identidad y en la búsqueda de la identidad de Miami, está toda una amalgama de sonidos”, escribió esta directora de escena y dramaturga en un texto escrito para presentar la obra.

Diecisiete actores, seleccionados en un casting en Miami, ocho técnicos de sonido, siete escenografías y siete espacios sonoros son un “desafío importante”, dice Miranda, quien estudió teatro documental y teatro verbatim cuando hizo un doctorado en la Universidad de Nueva York.

Miranda dice que los entrevistados en Miami se han hecho cómplices y partícipes del proyecto. De hecho, algunos hasta figuran en los carteles de las obras, de estilo muy “miamense”, con palmeras y letras de tubo de neón fucsia.

Aquellos cuyas historias han sido seleccionadas y tienen voz en “I Am Miami” tienen la opción de permitir que se divulgue su nombre y profesión, lo que da una mayor veracidad al proyecto.

Un entrevistado por Miranda dice a Efe que cuando empezaron las preguntas no sabía a dónde quería llegar ella, pues le cambiaba de tema constantemente hasta encontrar una veta interesante.

La música de Miami fue uno de los asuntos en los que también “hurgó” la autora de “Alicias buscan maravillas” y “Nora 1959”, que tiene su propia compañía: The Crossborder Project.

Los datos del Censo dicen que un 64 % de los habitantes del condado Miami Dade son latinos y Miranda lo corrobora. “Es una ciudad profundamente latina”, “no se parece a otras ciudades de Estados Unidos”, “parece una capital más de América Latina”, subraya.

Algunas de las cosas que más le han sorprendido es que dentro de la diversidad reinante, cada comunidad está “aislada y separada” de las demás y también que en Miami no se trabaja ni como en Madrid ni como en Nueva York, tiene un estilo diferente.

“Durante 15 días entrevisté de manera individual y en grupo a casi 60 personas. Entré en sus casas, sus negocios, sus talleres, sus escuelas... Escuché historias impresionantes de superación personal, de amor, de racismo, de lucha por el medioambiente, del movimiento ‘queer’, historias de exilio, de migración, de cárcel”.

Miranda escuchó hablar de fiestas glamurosas, de las drogas de los “vaqueros de la cocaína” en los años 80, de los disturbios raciales, de barrios degradados que se convirtieron en barrios de moda, de los huracanes, de las muchas maneras de llegar a Miami, del asesinato de Versace y de los judíos de Miami Beach, entre otros muchos temas.

Después de las entrevistas regresó a España y allí seleccionó las historias y las frases “más jugosas” y después les dio un sentido teatral.

Algunas historias se juntan en una sola, como ocurre con la migración o los huracanes. Personas que no se conocen acaban juntas en una pieza de “I Am Miami”.

Hay historias tan fuertes que merecen una sola pieza y así tienen su propia sala-contenedor.

“Había muchos hilos de donde tirar, podría haber tirado de muchos más”, dice la dramaturga, quien ha tenido que “estrujarse la cabeza de manera bastante seria” para hacer a “I Am Miami”.

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