A partir del 20 de febrero el noroeste de P.Rico sufrirá racionamiento agua

Las localidades puertorriqueñas de Aguada, Aguadilla, Isabela, Moca, Quebradillas, el barrio Puntas de Rincón y algunas partes de Camuy, en el noroeste de la isla, serán las primeras poblaciones que se verán obligadas a sufrir racionamiento de agua debido a la sequía reinante en esa parte de la isla, a partir del 20 de febrero.

Así lo anunciaron hoy el gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, y el responsable de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) de la isla, Eli Díaz, en lo que fue anunciado como una mesa redonda.

El gobernador, incluso, destacó la importancia de estar preparados ante una sequía general.

Dichas localidades reciben el suministro de agua de la presa de Guajataca, situada en el noroeste de la isla, que además está siendo objeto de reparaciones debido, entre otros, a los daños que sufrió tras el huracán María en 2017.

El exceso de agua tras el paso del ciclón llevó a que registrara grietas y fugas lo que llevó al desalojo de varios pueblos cercanos y condujo a someterla a severas reparaciones que, se espera, concluyan en verano.

De acuerdo con el gobernador se mantienen conversaciones con el Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos para “finiquitar la reparación de Guajataca de manera urgente”.

Y, dijo, ha dado instrucciones para que se construya de manera resiliente, tanto en la reconstrucción como en la construcción de nuevos proyectos.

De acuerdo con Díaz el racionamiento se irá alternando entre las citadas poblaciones y se ha trazado un plan de contingencia que se discute y trata con los alcaldes de la zona noroeste de la isla ya que son los más afectados.

Los planes de racionamiento serán discutidos con los alcaldes para conocer de primera mano “alternativas adicionales de los ejecutivos municipales”, manifestó.

El responsable de los acueductos también indicó que se están estudiando los niveles de otros embalses y que se están tomando las medidas necesarias para estabilizarlos ante el “cambio climático que enfrenta la isla”.

De acuerdo con Díaz “los niveles que hoy refleja el embalse (de Guajataca) requieren que se hagan estos ajustes operacionales”.

Por otro lado, advirtió de que ninguna de las opciones de racionamiento que se están considerando “exceden las 24 horas” y están sujetas, insistió, a ser tratadas con los alcaldes de las poblaciones que deberán ajustar sus servicios de agua.

Acompañado de la secretaria de Recursos Naturales y Ambientales, Tania Vázquez y el director de la Oficina Central de Recuperación y Reconstrucción, Omar Marrero, entre otros, Rosselló también subrayó que se toma dicha medida para “hacer los ajustes operacionales al embalse Guajataca y así evitamos que la situación se agrave”.

“Los cambios de clima y patrones, no aparentan que van a cambiar y tenemos que hacer ajustes”, indicó además el gobernador.

Vázquez, por su parte, manifestó que una sequía en la isla, es un asunto que le compete a toda la ciudadanía por tanto, hace un llamado a tomar medidas de conservación.

La responsable de Recursos Naturales comentó que según la proyección del comité científico, no habrá un evento significativo de precipitación en los próximos meses y serán las lluvias de marzo las que determinarán si el evento empeora o mejora.

Los embalses que están en observación, “han bajado un poco más del nivel de seguridad”, explicó el presidente ejecutivo de la autoridad de acueductos.

Por último, Vázquez, hizo un llamamiento a la ciudadanía a que usen de “manera responsable” los recursos naturales e indicó que “habrá eventos atmosféricos severos y hay que estar listos”.

El alcalde de Isabela, Carlos O. Delgado, responsabilizó a la falta de acción del Gobierno Estatal y al Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos en Puerto Rico (USACE, en inglés) por el racionamiento de agua en los pueblos que dependen del embalse de Guajataca.

Delgado indicó que tanto la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y su División de Riego y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) permitieron que USACE continuara la extracción de agua del embalse hacia el Río Guajataca, sin prever que los niveles estaban descendiendo aceleradamente ante la cercanía de una época de baja precipitación.

“Fui testigo de cómo durante el verano del 2018, USACE continuó haciendo descargas desde el embalse al Río Guajataca, levanté mi voz de alerta, tomamos fotografías y advertí que no era posible bajar el nivel del lago de una forma tan drástica sin que se tuviera la certeza de que eventos de lluvia nos afectarían, los que ciertamente nunca llegaron”, sostuvo.

Agregó que desde diciembre del 2017 ya él había comenzado a señalar mediante comunicaciones escritas a AEE, AAA, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA en inglés) y USACE; sus preocupaciones sobre el manejo del embalse y su efecto en el servicio de agua potable, ninguna de esas cartas tuvo como respuesta la elaboración de algún plan para evitar el racionamiento que se anunció hoy, indicó en un comunicado.

“Como parte de las visitas a mis constituyentes del barrio Planas visito con frecuencia el lago Guajataca y es evidente que luego de esas descargas programadas, el nivel nunca aumentó y la falta de lluvia nos ha puesto ante un panorama de escasez de agua”, argumentó.

Destacó que en el caso de Isabela, la situación es más preocupante ya que sus 46.000 habitantes dependen en su totalidad del lago Guajataca para abastecer su planta de filtración, a diferencia de los demás pueblos que tienen otras fuentes alternas.