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La visita de Sánchez a México plena de detalles irreverentes e inusuales

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EFE

Un viaje en Jetta blanco y el acta de nacimiento del abuelo español del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador marcaron hoy el primer día lleno de detalles inusuales de la visita oficial a México del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

Habituales los regalos y cortesías en las visitas presidenciales, esta vez los detalles amistosos surgidos entre López Obrador y Sánchez rebasaron las formalidades y rompieron las estrictas normas de seguridad presidencial.

La buena sintonía surgida entre ambos marcó desde el primer momento la visita de Sánchez, la primera oficial a México de un mandatario español desde que López Obrador asumió su cargo el pasado 1 de diciembre de 2018.

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Nada más terminar una rueda de prensa conjunta, en la cual privilegiaron su relación por encima de las diferencias sobre el tema de Venezuela, ambos mandatarios se encaminaron hacia una de las puertas de Palacio Nacional.

Allí, López Obrador invitó a Sánchez a subir en la parte trasera de su Jetta Blanco que habitualmente utiliza y para sorpresa de muchos se perdieron en el tráfico de automóviles de la Plaza Central de Ciudad de México.

Sin más vigilancia que las dos personas que lo acompañan en el automóvil, López Obrador y Sánchez terminaron el paseo por las calles capitalinas en la sede del Colegio de San Ildefonso, donde se ofreció una comida por la visita.

El recorrido de los presidentes pasó prácticamente desapercibido para los habitantes de Ciudad de México, que en los 60 días de la presidencia de López Obrador se han acostumbrado a verlo pasar con una custodia mínima.

El paseo en el Jetta Blanco, el presidente del gobierno español lo ha retribuido con el regalo al mandatario mexicano del acta de nacimiento de su abuelo, nacido en Cantabria en 1893.

Durante la comida, Sánchez tomó la palabra para señalar que como es tradición de sus gobiernos cuando reciben una visita presidencial o viajan a otras naciones se suelen dar algunos obsequios y también para resaltar los lazos entre las dos naciones.

Sánchez le regaló a López Obrador el acta de nacimiento de su abuelo, José Obrador, quien nació en 1863 en la comunidad de Ampuero, en la región de Cantabria.

“En el caso mío, la voluntad y lo que quería expresarle con el regalo que le he hecho, con entregarle el acta de nacimiento de su abuelo, en 1893, en un pequeño municipio de Cantabria, es reivindicar los lazos, las raíces, que al final tiene el pueblo mexicano y español”.

El abuelo del presidente mexicano salió de su pueblo a los 14 años de edad para llegar primero a Cuba, de donde llegó a México con sus hermanos mayores alrededor de 1917.

Mañana, jueves, Pedro Sánchez se reunirá con empresarios mexicanos y españoles para destacar la importancia de las inversiones en México, país que atrae a todo tipo de empresas por las oportunidades de negocio.

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