Olimpia domina en su debut en el Apertura paraguayo y suma su primera victoria
Olimpia logró hoy una cómoda victoria por 2-0 ante San Lorenzo en su primer partido oficial de la temporada 2019, después de haberse perdido la primera jornada del Apertura paraguayo porque su encuentro con Nacional quedó aplazado.
El entrenador de Olimpia, Daniel Garnero, recurrió al once de gala que conquistó la pasada campaña los torneos Apertura y Clausura, pero con la gran novedad del extremo Alejandro Silva, uno de los fichajes del mercado de invierno.
A San Lorenzo le pasó factura la acumulación de minutos de su equipo titular, prácticamente idéntico al que consiguió sumar los primeros tres puntos ante River Plate hace solo cuatro días.
Cuando apenas habían transcurrido tres minutos de partido, Richard Ortiz capturó un balón perdido en el área de San Lorenzo, tras el lanzamiento de un córner, y conectó un fuerte derechazo para adelantar a Olimpia en el marcador.
Wilsón Quiñónez impidió en la primera parte que “El Decano” ampliara su distancia con una gran parada a un remate cruzado de cabeza de Roque Santa Cruz en una jugada a balón parado.
Tras el paso por los vestuarios, se volvió a repetir el mismo guión del partido: Olimpia dominó la posesión del balón en campo contrario, mientras San Lorenzo trataba de hacer daño con transiciones rápidas.
Garnero incorporó al campo al extremo Néstor Camacho que revolucionó el partido con sus incursiones por la banda izquierda y que rozó el gol con un disparo de vaselina.
San Lorenzo pudo lograr el empate en un córner pero el guardameta olimpista Alfredo Aguilar sacó, con una gran estirada, el disparo de cabeza de Sebastián Ariosa al segundo palo.
En el último cuarto de hora, Olimpia puso una marcha más y William Mendieta estuvo a punto de marcar pero su disparo se estrelló en el larguero.
Tabaré Viudez sentenció el encuentro a falta de cinco minutos, después de controlar el balón dentro del área, recortar al portero rival y colocar un suave disparo al segundo palo.
Más allá de lo deportivo, el encuentro sirvió para que el entrenador de San Lorenzo, Sergio Órteman, regresara a la cancha de Olimpia, equipo con el que se convirtió en campeón de la Copa Libertadores en 2002, cuando todavía era jugador.
