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Tenismesista boricua Afanador busca ubicarse entre los primeros 10 de América

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EFE

Tras encontrar una pequeña raqueta y una pelota de tenis de mesa en el baúl del automóvil de su padre y dedicarse al deporte, el olímpico puertorriqueño Brian Afanador se ha afianzado entre los primeros 10 jugadores de la disciplina en el continente.

La ruta ganadora de Afanador, de 21 años, comenzó en su natal de Utuado, municipio montañoso de Puerto Rico , según dijo hoy el joven deportista en entrevista con Efe.

Allí, su padre, Eladio Afanador, y otros familiares suyos practicaron el tenis de mesa, formando así una generación de tenismesistas, por lo que los artículos de esta disciplina las llevaban consigo, hasta que Brian los consiguió.

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“Me cautivó el deporte. Mi papá al principio sabía de los sacrificios, por lo que no me forzó”, relató Afanador de aquel primer momento en que se entusiasmó para practicar el deporte y su padre lo llevó a aprenderlo en el Coliseo Zaida Nieves Andújar de Utuado.

Afanador contó que fue Nieves Andújar quien empezó a jugar tenis de mesa junto a su progenitor y los hermanos de éste, que incluyen a Bladimir Díaz, padre de las también tenismesistas Adriana y Melanie Díaz.

Tanto Afanador como Adriana, actualmente la 33 en el ránking mundial, se convirtieron en el 2016 en los primeros tenismesistas puertorriqueños en competir en unos Juegos Olímpicos, cuando lo hicieron en Río de Janeiro.

“Hemos sido ganadores desde pequeño. Nosotros también tenemos como meta, no solo que nos conozcan así, sino también en el mundo. Había gente que preguntábamos dónde quedaba Puerto Rico, y ahora saben y eso nos llena de motivación”, admitió Afanador.

Esta gesta, entre otras, han logrado que el deporte del tenis de mesa haya tomado mayor interés en Puerto Rico.

No obstante, dichos logros no han surgido por arte de magia, sino por el sacrificio, la dedicación y el compromiso específicamente de Afanador, en dirección a convertirse en uno de los mejores tenismesistas del continente.

Y es que según relató el joven deportista, su régimen de entrenamiento comenzó cuando cursaba la escuela elemental.

Se levantaba a las 03.30 (07.30 GMT) de la madrugada para practicar varias horas junto a su padre, para después prepararse para ir a la escuela.

Tras salir del instituto y regresar a su casa para estudiar, Afanador y su progenitor volvían al centro de entrenamiento en las tardes.

Poco a poco, el sacrificio y determinación de Afanador lo llevaron a competir en sus primeros torneos y marcar una carrera de reconocidos logros, como campeón latinoamericano en las categorías Sub-10, Sub-15, Sub-18 y Sub-21.

Igualmente, en los Juegos Centroamericano y del Caribe (JCC) de Veracruz 2014 ganó dos medallas de oro y dos de plata.

Asimismo, en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 ganó medalla de bronce por equipo.

El año pasado volvió a competir en los JCC de Cartagena, donde se colgó un oro, una plata y dos bronces.

Igualmente, en el 2018 ganó el Abierto de Luxemburgo al derrotar al sueco Simon Soderlund.

“No es casualidad que pasen estas cosas”, afirmó Afanador desde París, donde entrena hace un año en el Instituto Nacional del Deporte, Experticia y Rendimiento (INSEP), bajo la tutela del francés Patrick Chila y la selección nacional francesa, y cumplir con sus compromisos en la Liga Profesional de Francia.

En el INSEP, Afanador se prepara para su gira de torneos de este año, que arrancará en la Copa Panamericana, que se llevará a cabo del 1 al 3 de febrero próximos en el Coliseo Mario “Quijote” Morales de Guaynabo, municipio aledaño a San Juan.

Allí, participarán los 14 mejores tenismesistas del continente -en ambas ramas-, además de dos por Puerto Rico por ser sede del torneo, representado por Afanador y Daniel González, también de Utuado.

“Realmente mi meta es dar lo máximo, no solo en los torneos, sino en cada momento”, afirmó Afanador, 120 del mundo.

Tras el evento en Puerto Rico, Afanador competirá en un Abierto en Lisboa y luego jugará en el Campeonato del Caribe, que se celebrará entre el 20 y 26 de marzo en Guyana, donde tratará de clasificar por equipo para los Juegos Panamericanos de Lima 2017.

Luego, en abril defenderá su título del Abierto de Luxemburgo.

Si Afanador se clasifica para Lima y gana la competencia, se clasifica automáticamente para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Por todos sus logros, el deportista se ha convertido en un ejemplo a seguir para los niños puertorriqueños que se han interesado en jugar tenis de mesa.

“Es una motivación bien grande de tener el machete para abrir caminos para futuras generaciones”, concluyó.

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