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Republicanos bloquean en el Senado propuestas para reabrir la Administración

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EFE

El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, bloqueó hoy en la Cámara Alta las propuestas demócratas de la Cámara Baja para reabrir la Administración, que lleva parcialmente cerrada 20 días.

“Lo último que tenemos que hacer ahora es un intercambio sin sentido”, dijo McConnell en el Senado, refiriéndose a una votación sobre unos paquetes de leyes que los republicanos ya han avisado que no iban a aprobar.

McConnell ha defendido en las últimas semanas que no pondrá a debate en el Senado proyectos de ley que el presidente, Donald Trump, no pretenda firmar y convertir en legislación.

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La mayoría demócrata en la Cámara Baja aprobó la semana pasada dos propuestas legislativas que constan de seis proyectos de ley para financiar todo el año 2019 de cerca del 25 % de la Administración y de uno que otorgaría fondos al Departamento de Seguridad Nacional hasta el 8 de febrero.

Estas medidas ampliaban los fondos para cercados fronterizos y otras medidas en 1.300 millones de dólares, lejos de los 5.600 millones pedidos por Trump.

Bajo las reglas del Senado, cualquier senador puede intentar forzar una votación o aprobar un proyecto de ley, pero cualquier senador puede bloquearlos de la misma manera.

El intento de los demócratas del Senado de aprobar los proyectos de ley de la Cámara de Representantes se produce cuando el cierre parcial de la Administración, que afecta aproximadamente a una cuarta parte del gobierno federal y se encuentra en su vigésimo día, está cerca de batir un récord este fin de semana como la parálisis más larga de la historia del país.

Las conversaciones entre el liderazgo demócrata del Congreso y Trump parecen no haber avanzado en las últimas fechas y se espera que el cierre dure varias semanas más, como mínimo.

En concreto, la parálisis afecta a agencias de diez departamentos del Ejecutivo, incluyendo Transporte y Justicia; así como a decenas de parques nacionales, que suelen ser una gran atracción turística.

El cierre también perjudica a 800.000 de los 2,1 millones de trabajadores federales, que no cobrarán mientras permanezca cerrado el Gobierno y están a expensas de la aprobación de un nuevo presupuesto.

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