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Aumentan las denuncias de abuso infantil en Colorado

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EFE

Las denuncias y casos comprobados de abuso y negligencia infantil aumentaron en Colorado por cuarto año consecutivo, según un reporte difundido hoy por el Departamento de Servicios Humanos de Colorado (CDHS).

Durante 2018 se registraron casi 222.000 llamadas a la línea de denuncias de abuso infantil, 10.000 más que el año anterior, gracias a las cuales se pudo comprobar la existencia de 13.289 casos y se dio ayuda preventiva para otros 57.000 menores.

El 68 % de esos menores pudieron regresar a sus hogares bajo supervisión de trabajadores sociales, mientras que el 32 % restante quedó a cargo del gobierno estatal o de familias temporales.

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Además, casi 13.000 familias aceptaron participar en programas de ayuda social para prevenir abuso o negligencia de menores en esas familias.

Según CDHS, el aumento del abuso infantil en Colorado persiste a pesar de una intensa campaña de concienciación pública, con el respaldo de 150 organizaciones comunitarias.

Pero para Minna Castillo-Cohen, directora de la Oficina de Niños, Jóvenes y Familias de CDHS, el aumento en las denuncias y en la cantidad de niños rescatados de esa situación es algo positivo, “aunque parezca extraño”.

La razón, dijo Castillo-Cohen en declaraciones preparadas, es que eso significa que las personas llaman para denunciar abuso de menores en sus familias, por parte de extraños o debido a tráfico humano, porque cada vez más personas entienden que todos juegan un “papel para prevenir” estas situaciones.

Pero, a la vez, “reportar abusos no puede ser la única manera en la que Colorado ayude a mejorar las comunidades y a fortalecer las familias”.

Por eso, para asegurarse “la seguridad y el bienestar de los niños”, CDHS buscará este año aumentar la cantidad de condados que participan en programas de prevención y profundizar la colaboración con agencias gubernamentales y organizaciones comunitarias para satisfacer las necesidades básicas de las familias que necesiten ayuda.

Esto es porque, según explicó Castillo-Cohen, las familias que cubren sus necesidades básicas (comida, alojamiento, transporte, salud) son menos propensas a experimentar casos de abuso infantil.

En todo el país, según datos de la Alianza Nacional de Niños (NCA), unos tres millones de menores son víctimas de abuso cada año.

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