Anuncio

Más 162.000 aspirantes a voluntarios dispuestos a colaborar en Tokio 2020

Share
EFE

A lo largo de 3 meses, más de 162.000 aspirantes a voluntarios han presentado una solicitud para formar parte de Tokio 2020, en un periodo de reclutamiento envuelto en críticas que no han desanimado a miles de candidatos de todo el mundo.

La convocatoria, que comenzó el 26 de septiembre y terminó el viernes, ha superado el objetivo conjunto de 110.000 personas que el Comité organizador de los próximos juegos y el Gobierno de Tokio se había propuesto, según declaró el presidente del Comité, Yoshiro Mori.

Con estos números, la organización dobló la cifra de 80.000 personas que requiere para desempeñar tareas en los diversos recintos olímpicos y de residencia de los atletas.

Anuncio

Cuando se cumplen este lunes 19 meses para que el 24 de julio de 2020 se inauguren los Juegos, el Gobierno de la capital nipona también ha superado ya la cifra de 30.000 voluntarios para ofrecer apoyo en la ciudad, ante la gran multitud de turistas que la visitarán ese verano.

Para algunos japoneses, se trata una ocasión única para participar en un acontecimiento de este calibre en el país. Es el caso del empresario de 31 años Otou Akasaka, que considera esta su “última oportunidad de participar en unos juegos en Japón” y asegura que no quiere perderse tal experiencia.

Como este tokiota, miles de japoneses han rellenado la extensa solicitud que requiere documentar, entre otras cosas, el estado civil y laboral del candidato, además de certificar un nivel específico en idiomas y argumentar las razones para presentarse.

Los organizadores pedían a los solicitantes que sean nacidos antes del 1 de abril de 2002, es decir, que tengan 18 años en el momento de los Juegos, ya sean japoneses o extranjeros con un visado válido para residir en este país durante el voluntariado.

Aunque los datos definitivos no se han hecho públicos, un cálculo a finales de noviembre detallaba que el 60 % de los candidatos eran mujeres y que el rango de edades entre los aspirantes era bastante variado, la mitad de ellos entre la adolescencia y los 40 años.

La cifra obtenida por el comité de Tokio 2020 supera la de la participación en los Juegos de Río 2016, cuando se seleccionó a 50.000 personas, aunque después solo acudieron 35.000, y los de Londres 2012, que contaron con la implicación de 70.000 voluntarios.

A pesar de los buenos resultados, la convocatoria no se vio exenta de críticas acerca de las horas de trabajo que tendrán que asumir los voluntarios -ocho diarias durante diez días- en pleno julio, las habilidades de idiomas requeridas para ser candidato o la falta de ayudas para costear los desplazamientos y el alojamiento.

Aun así, los últimos datos sobre la convocatoria reflejaban que un 65 % de los candidatos estaban dispuestos a trabajar un tiempo superior al mínimo estipulado, es decir, durante un periodo de 11 o más días.

Asimismo, se reprochó al Gobierno nipón que solicitara a universidades de todo el país cambiar el calendario de clases de 2020 para facilitar el reclutamiento de jóvenes estudiantes.

Las condiciones del trabajo no han desanimado a miles de aspirantes como Mikio Hirota, un pensionista de 69 años que espera con ilusión participar en los segundos Juegos que vivirá en el país desde que era estudiante de instituto, cuando se celebraron los de Tokio 1964.

El jubilado se muestra “de acuerdo con que los voluntarios hagan un servicio que no requiera nada a cambio”, aunque le preocupan los candidatos de otros países: “Creo que algún apoyo monetario para ellos sería conveniente”.

Precisamente, el estadounidense de 27 años Abel Iraola, residente en Miami, es uno de los miles de extranjeros que esperan participar en Tokio 2020. Los últimos datos sitúan en un 44 % el porcentaje de candidatos de otros países, casi la mitad del total.

Nunca ha asistido a unos Juegos, pero trabaja como relaciones públicas y disfruta participando en este tipo de eventos: “No puedo pensar en una ocasión mayor que los Juegos Olímpicos, así que es muy emocionante”.

En busca de nuevas oportunidades en el extranjero tras haber ejercido como profesor durante dos años en España, Iraola quiere volver a trabajar en otro país “aunque sea gratis”, lo que le llevó a apuntarse a Tokio 2020.

Por ahora, solo queda a los solicitantes esperar al resultado de la selección, que se les notificará a lo largo de enero, para posteriormente ser convocados a entrevistas, sesiones de orientación y jornadas de entrenamiento.

“Estoy acostumbrado a hablar con mis clientes en inglés, así que espero que me cojan”, explica Akasaka, que ve este proceso como una “competición”. Por su parte, Hirota espera que su discapacidad, que le obliga a ir en silla de ruedas, no le dificulte participar.

“De esta experiencia solo espero obtener mi propia satisfacción, nada más”, concluye el jubilado, resumiendo el motivo por el que miles de japoneses combatirán el calor del verano y desafiarán las barreras culturales y del idioma con el fin de hacer un éxito del evento.

Anuncio