Messi, el antídoto para responder a la presión
El Barcelona defendió su condición de líder en solitario de LaLiga Santander, y lo hizo de nuevo con el mejor antídoto para cualquier tipo de presión que pretendan imponer sus perseguidores: Leo Messi.
No lo estaba pasando nada bien el Barcelona en el Ciutat de Valencia ante el Levante. De hecho, hasta el ghanés Emmanuel Boateng había enviado un balón al larguero a los 33 minutos.
Pero todo cambió dos minutos después cuando Messi apareció y se convirtió de nuevo en el factor diferencial. Un balón robado en la salida del Levante fue a parar al argentino, que atrajo a cuatro rivales y puso un pase de oro al uruguayo Luis Suárez, que no perdonó.
Y justo antes del descanso (m.43) una galopada de la ‘Pulga’ culminada con un disparo raso significó el 0-2 y la sentencia de un partido que no se presentaba nada fácil y que, pese al esfuerzo de los levantinistas, acabó por zanjarse con un nuevo triunfo azulgrana.
Por si podía existir alguna duda ante una hipotética reacción levantinista, Messi puso la guinda al inicio del segundo tiempo con dos nuevos tantos para completar su primer triplete del curso. Gerard Piqué firmó al final el 0-5.
Cierto es que los resultados de Real Madrid y del Atlético de Madrid el sábado y el del Sevilla ante el Girona en el encuentro de la matinal del domingo habían puesto su cuota de presión al equipo de Ernesto Valverde. Se notó al principio, hasta que Messi, como tantas veces, desequilibró con su calidad. Tres tantos y dos pases de gol jalonan otra actuación brillante.
El Sevilla también sacó adelante un partido comprometido ante el Girona, el exequipo de su técnico, Pablo Machín, que resistió la primera mitad pero que tras el descanso dobló la rodilla con un penalti sobre el portugués André Silva que transformó el argentino Ever Banega (m.55) y una magnífica diana de Pablo Sarabia (m.64).
El conjunto andaluz es prácticamente inabordable en su Ramón Sánchez Pizjuán y lo volvió a corroborar para mantenerse en la pugna entre los grandes. Lo peor, una vez más, los problemas físicos. Por ejemplo de nuevo tuvo que abandonar el campo el central danés Simon Kjaer.
El otro equipo de la capital hispalense, el Betis, aprovechó el mal momento que atraviesa el Espanyol para llevarse tres puntos del RCDE Stadium (1-3) que le sitúan provisionalmente quinto a falta del duelo vasco del lunes entre el Alavés y el Athletic.
Se repuso el bloque de Quique Setién a un inicio desalentador. Primero porque Diego López detuvo un penalti al argentino Giovani Lo Celso (m.16) y luego porque Sergio García adelantó al Espanyol (m.24).
Confió el Betis en sí mismo y encontró la calidad de un jugador al alza esta temporada como Sergio Canales, quien puso en bandeja el 1-1 al propio Lo Celso al borde del descanso, así como la de Cristian Tello en un lanzamiento de falta en otro momento clave, a cinco minutos del final.
Un autogol del costarricense Óscar Duarte en la prolongación puso el broche al tercer triunfo seguido del Betis -el tercero del curso fuera, y los tres en Cataluña- y a la quinta derrota consecutiva del conjunto espanyolista, que hace bien poco se codeaba en la parte alta de la tabla y ahora está instalado en la mitad.
El Villarreal perdió una gran ocasión de aliviar su complicada situación, al dejar escapar la victoria en el campo del colista Huesca en la prolongación. El empate (2-2), por la forma de producirse, supo lógicamente mejor al conjunto aragonés, que sigue sin ganar en casa.
Fue un choque con alternativas y tres penaltis. Los locales se adelantaron a los 44 minutos con el lanzamiento del colombiano Juan Camilo ‘Cucho’ Hernández, igualó el cuadro castellonense con el botado por Carlos Bacca (m.63) y justo después el colegiado decretó otro por falta de Mario Gaspar, que además fue expulsado, pero esta vez lo tiró Gonzalo Melero, quien se encontró con la intervención de Sergio Asenjo.
Pese a jugar en inferioridad numérica, el Villarreal salió mejor parado de esta acción y Gerard Moreno pareció firmar el triunfo del ‘submarino amarillo’ (m.81). No se rindió, no obstante, el Huesca, que echó mano de orgullo y corazón y del acierto del italiano Samuele Longo para sumar un punto y frustrar a su rival el día del reencuentro con LaLiga de su nuevo técnico, Luis García Plaza.
José Antonio Pascual
