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El brasileño Santos, rey de la mariposa a sus 38 años

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EFE

El brasileño Nicholas Santos demostró que pese a sus 38 años no hay nadie más rápido que él en los 50 mariposa, tras colgarse este sábado la medalla de oro en los Mundiales de piscina corta que se disputan en la ciudad china de Hangzhou.

A una edad en la que muchos nadadores ya han puesto hace tiempo punto final a su carrera deportiva, el brasileño, que cumplirá 39 años el próximo mes de febrero, sigue dando guerra, y de que forma, en las piscinas.

Así lo demostró este sábado en Hangzhou, donde Santos volvió a subir a lo más alto del podio en los 50 mariposa, seis años después de proclamarse campeón universal en los Mundiales disputados en 2012 en Estambul.

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Un oro que Nicholas Santos logró con unos espectaculares 21.81 segundos, tan solo seis centésimas más que el récord del mundo que el brasileño estableció el pasado mes de octubre en Budapest con un crono de 21.75.

Registro ante el que nada pudo hacer el sudafricano Chad Le Clos, el ganador de las dos última ediciones mundialistas, que en esta ocasión tuvo que conformarse con la medalla de plata, tras firmar un registro de 21.97 segundos, 16 centésimas más que el brasileño.

Una diferencia que plasmó la superioridad de un Nicholas Santos, que ya había firmado el mejor tiempo tanto en las series -22.41- como en las semifinales -21.96-.

Y es que pese a los ocho años que separan al brasileño del sudafricano, Santos pareció recuperarse mejor que Le Clos del esfuerzo que ambos realizaron minutos antes, en las semifinales de los 100 libre, en el caso del africano, y en la final de los 4x50 estilos, en el del sudamericano.

Prueba en la que Nicholas Santos ayudó a Brasil a lograr la medalla de bronce, por detrás de Estados Unidos, plata, y de Rusia, que se colgó el oro con un crono de 1:30.54.

Pero el oro de Santos y el bronce del revelo estilos no serían las únicas alegrías de la jornada para la natación brasileña, que sumó su quinta medalla en los campeonatos con el bronce logrado por Brandonn Almeida en la final de los 400 estilos.

Una final en la que el japonés Daiya Seto, que se colgó el oro con una marca de 3:56.43, amenazó durante 300 metros el récord del mundo -3:55.50- que ostenta el estadounidense Ryan Lochte desde el año 2010.

De hecho, Seto, que ya fijó en estos Mundiales una nueva plusmarca mundial en los 200 mariposa, inició la última posta con casi un segundo y medio -1.45- de ventaja con relación al récord de Loche.

Sin embargo, el japonés flaqueó en el “crol”, posiblemente su estilo más flojo, y vio como poco a poco de distanciaba del récord has quedarse a 93 centésimas de la plusmarca tras nadar en un tiempo de 3:56.43, marca suficiente para que Daiya Seto encadenase su cuarto título mundial consecutivo en la distancia.

Tampoco falló la húngara Katinka Hosszu que logró su cuarto oro en los Mundiales de Hangzhou, tras imponerse este sábado en la final de los 200 estilos.

Hosszu, que ya venció también en los 100 y 200 estilos, no necesitó acercarse a su récord del mundo para derrotar con un tiempo de 2:03.25 a las estadounidenses Melanie Margalis, plata con una marca de 2:04.62, y Kathleen Baker, que logró el bronce con un crono de 2:05.54.

Un triunfo que permitió a la “dama de hierro” poner punto final a su actuación en Hangzhou con un total de cinco metales -cuatro oros y una plata-, cuatro menos de los que logró en 2016 en los Mundiales de Windsor, en los que la magiar obtuvo nueve preseas -siete oros y dos platas-.

Por su parte, la estadounidense Olivia Smoliga, la mujer que derrotó a Hosszu en la final de los 100 espalda, sumó su segundo oro al imponerse en los 50 espalda con un tiempo de 25.88 segundos a la austríaca Caroline Pilhatsch, plata, y a la australiana Holli Barratt, bronce.

Igualmente sumó su segundo oro en los Mundiales la jamaicana Alia Atkinson, que tras vencer en los 50 braza, se impuso este sábado en los 100 con un tiempo de 1:03.51.

Una marca que reflejó el sufrimiento en los metros finales de la nadadora caribeña, que tras coquetear durante tres largos con el récord del mundo que ella misma posee, se desfondó en el tramo final y a punto estuvo de perder ante el empuje de la estadounidense Katie Meili, que se quedó a tan sólo 12 centésimas del oro.

Quien no flaqueó fue la joven china de tan sólo 16 años Jianjiahe Wang que resistió el acoso de la norteamericana Erika Brown en la posta final para dar a China el triunfo en la final de los 4x200 libre con un tiempo de 7:34.08.

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