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Canadá evita criticar a China e intenta rebajar la tensión tras nuevo arresto

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EFE

Ottawa intentó hoy rebajar la tensión con Pekín después de la detención en China de un segundo canadiense en aparente respuesta al arresto en Canadá, a petición de Estados Unidos, de la directora financiera de Huawei.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, mantuvo este jueves la política de calmar las aguas tras la confirmación de que otro ciudadano del país, el empresario Michael Spavor, había sido arrestado en China, tras la detención del exdiplomático Michael Kovrig, que trabajaba en territorio chino para el centro de pensamiento International Crisis Group (ICG).

Spavor es un empresario conocido por sus contactos con altos funcionarios norcoreanos y facilitó el viaje que el exjugador de la NBA Dennis Rodman realizó a Pionyang en 2013.

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Trudeau evitó hoy criticar a Pekín y dijo que Canadá está en contacto con China: “Obviamente seguimos en contacto con las autoridades china. Siempre vamos a defender a los canadienses que están en situaciones difíciles en el extranjero”, afirmó.

El primer ministro añadió que se están proporcionando servicios consulares a las familias de los detenidos, pero no confirmó si Kovrig y Spavor han sido visitados por funcionarios canadienses.

La radiotelevisión pública canadiense, CBC, informó de que las autoridades chinas permitirán el acceso del personal del consulado canadiense a los dos detenidos, pero que los diplomáticos de Ottawa todavía no han podido visitarlos.

CBC también señaló que las autoridades canadienses han aumentado las medidas de seguridad en su embajada en Pekín y sus oficinas consulares en China.

En los últimos días, Canadá ha limitado sus declaraciones públicas desde que la semana pasada se supiera de la detención en Vancouver (Canadá) el pasado 1 de diciembre de Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei e hija del fundador de la compañía.

Tanto en el caso de Kovrig como el de Spavor, el Gobierno chino ha justificado los arrestos por “sospechas de poner en peligro la seguridad nacional” de China y ha negado cualquier relación con el caso de Meng.

Tras el arresto de Meng, que Estados Unidos quiere que sea extraditada para que responda a cargos de fraude para violar las sanciones comerciales impuestas a Irán, Pekín criticó la medida y solicitó la liberación inmediata de la ejecutiva china.

China considera que el arresto de Meng, que fue puesta en libertad bajo fianza el martes mientras se resuelve la petición de extradición, es una violación de sus derechos humanos y ha advertido a Ottawa de graves consecuencias.

Los medios de comunicación canadiense destacaron hoy un vídeo colgado por el periódico estatal chino “Global Times” en el que su director opina que “si Canadá extradita a Meng a EE.UU. la venganza de China será mucho peor que la detención de un canadiense”.

Aunque hoy Ottawa afirmó que las relaciones económicas no sufrirán y son independientes de los vaivenes políticos, las acciones tomadas por China contra ciudadanos canadienses ha provocado temores en el mundo empresarial, que en los últimos días ha expresado su temor a viajar a China.

Dos diputados del gobernante Partido Liberal (PL) canadiense apuntaron este jueves que quizás ahora “no es el mejor momento” para viajar a China, pese a que el Gobierno no ha modificado el nivel de advertencia sobre los viajes al gigantes asiático.

En juego están decenas de miles de millones de dólares en comercio: El año pasado, Canadá vendió a China productos por valor de casi 19.000 millones de dólares canadienses (14.250 millones de dólares estadounidenses).

Al mismo tiempo, compró 55.000 millones de dólares canadienses (41.250 millones de dólares estadounidenses) en mercancías chinas.

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