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Expertos dicen que síntomas de los diplomáticos de EEUU en Cuba son reales

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EFE

Expertos médicos de la Universidad de Miami (UM) aseguraron hoy que el personal de la embajada de EE.UU. en Cuba sufrió daños en el oído interno y trastornos de equilibrio y que estos no son producto de “histeria” o de su “imaginación”, pero enfatizaron que todavía desconocen su causa.

Tras atender a 35 estadounidenses remitidos por el Gobierno de su país, Michael Hoffer, profesor de otorrinolaringología y cirugía neurológica de UM que lideró la investigación, dijo en rueda de prensa en Miami que la “evidencia física está ahí”.

De los pacientes que fueron tratados por primera vez por el equipo médico en Miami, 25 presentaron una “disfunción del organismo interno del oído que afecta el equilibrio (...), pérdida de la audición, déficit de concentración y dolor de oído”, precisó Constanza Pelusso, investigadora del Departamento de Otorrinolaringología de UM.

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Señaló que, a diferencia de otros estudios, que fueron hechos con posterioridad a la exposición a extraños sonidos y la presentación de dolores de cabeza, presión en los oídos, mareos y confusión, los pacientes que atendieron “viajaron inmediatamente” a Miami y presentaron una “sintomatología aguda” que no es normal.

A finales de 2016, el personal de la embajada comenzó a informar sobre dolor agudo en el oído, dolores de cabeza, zumbidos en los oídos, vértigo, desorientación, problemas de atención y signos compatibles con lesión cerebral traumática leve o conmoción cerebral.

Tras la aparición en 2017 de las primeras noticias de los incidentes, las autoridades estadounidenses señalaron que los diplomáticos parecían haber sufrido algún tipo de ataque con un arma sónica aunque el Gobierno cubano negó cualquier relación con las lesiones.

Estos sucesos deterioraron las ya delicadas relaciones entre Cuba y EE.UU. y provocó la salida de más de la mitad del personal diplomático destinado en la isla.

Hoffer resaltó la importancia del informe que presentaron hoy y en el que, aseguró, suministran “hechos medibles” como un primer paso para investigar y aclarar que pasó realmente en La Habana, donde personal diplomático de Canadá también afirmó haber sufrido estas misteriosas lesiones.

“Lo que encontramos es evidencia objetiva de trastornos del equilibrio que afectan los órganos de la gravedad y disfunciones cognitivas únicas”, dijo Hoffer.

“Algo pasó, (pero) no sé qué pasó”, recalcó el especialista durante una rueda de prensa sobre lo que han sido catalogados como “supuestos ataques sónicos” ocurridos entre noviembre de 2016 y agosto de 2017.

En ese sentido, Pelusso dijo que “es importante saber la sintomatología de los pacientes para saber lo que pasó” y que los síntomas presentados “no son normales”.

El estudio fue divulgado hoy tras pasar la revisión de Departamento de Estado para evitar comprometer información confidencial como parte de la investigación del caso.

“Este es un patrón muy inusual, es un precedente. Nuestro interés es identificar que algo sucedió y ayudar y tratar a estas personas lo mejor posible”, explicó a Efe Carey D. Balaban, quien es profesor de otorrinolaringología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh y quien colaboró con la investigación.

Los resultados de las “pruebas físicas, neurológico-cuantitativas están lejos de ser normales de lo que cabría esperar en una población normal”, aseguró Balaban, quien señaló que no son productos de la “histeria”.

El médico recalcó que desconocen la “causa”, que tienen que tratar de “resolverlo con una evidencia muy limitada” y que muchas cosas pueden ser las responsables de estos síntomas.

“Podría ser una exposición ambiental completamente inadvertida. Podría ser energía, ya sea una luz, un sonido. Podría haber algunos tipos de toxinas, mariscos, otras cosas que la gente come a través de una variedad de cosas que pueden causar vértigo. Las drogas pueden causar esa toxicidad”, puso como ejemplos Balaban.

Explicó que las pruebas médicas apuntan a “ciertos tipos de daño al oído interno” y que desconocen si puede haber daño cerebral.

“No dice (el estudio) que no puede haber algún daño en el cerebro o en los vasos sanguíneos, algo más adentro, algún otro daño biológico. Solo sabemos que sabemos muy poco”, indicó a Efe.

El estudio divulgado hoy en la revista Laringoscopio Investigación de Otorrinolaringología es el primero de síntomas agudos y hallazgos clínicos del personal diplomático afectado por el misterioso hecho.

En marzo pasado, Journal of the American Medical Association (JAMA) señaló que este personal había sufrido daños similares a una conmoción cerebral.

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