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Fuerte demanda mundial de energía sobrepasa el crecimiento de las “limpias”

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EFE

“La demanda mundial de energía está superando el poderoso crecimiento en energías renovables y eficiencia energética”, dice a Efe el profesor de la Universidad de Stanford Rob Jackson a propósito del aumento de las emisiones globales de dióxido de carbono en 2018.

Es el segundo año consecutivo en que crecen las emisiones de uno de los gases causantes del “efecto invernadero”, pero aun así Jackson, profesor jefe y miembro senior del Instituto Precourt de Energía de Stanford, no pierde la esperanza de que las energías limpias se impongan en todo el mundo.

Según el informe titulado “El crecimiento de energía global está sobrepasando la descarbonización”, publicado esta semana en Cartas de Investigación Ambiental y en Datos de Ciencia del Sistema Terrestre, las emisiones globales de fuentes fósiles van a aumentar en 2018 un 2,7 % con relación a 2017.

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El estudio ha sido elaborado por el Proyecto Global del Carbón, en el que participa la Universidad de Stanford (California).

El año 2018 finalizará con un poco más de 37.000 millones de toneladas de emisiones de fuentes fósiles a las que se agregarán 4.500 millones de fuentes no fósiles, como la deforestación.

Jackson apunta que “la utilización de recursos limpios” no se está dando en todas partes del mundo por igual y que son razones económicas las que impiden que en algunos grandes países asiáticos no se esté dejando de lado las fuentes de energía más contaminantes, lo que ha tenido una incidencia en el aumento de las emisiones.

El informe menciona que China ha reanudado proyectos basados en carbón que estaban suspendidos y en la India, ante una pobreza generalizada y una enorme población, el carbón sigue siendo la fuente de energía más utilizada.

Pero, además, “en Estados Unidos se proyecta un crecimiento del 2,5 % en las emisiones de dióxido de carbono en 2018 luego de una década de disminución”, según el reporte.

Jackson señala que “lo primero que China puede hacer es reducir el uso del carbón, especialmente por factores de contaminación, y reemplazarlo por recursos de energía limpios y renovables”.

En la India, “donde la pobreza es la mayor preocupación” el experto dice que hay “millones de personas que carecen de energía eléctrica y tienen que usar carbón” y que no se les puede culpar por ello, dice Jackson.

En Estados Unidos, según el estudio, unos inviernos más fríos en los estados del este y unos veranos más calientes en muchos estados, “elevaron las necesidades de energía estacional para calefacción y enfriamiento”.

Igualmente, “un creciente apetito” por la gasolina ante la disminución de precios ayudó al incremento de las emisiones de dióxido de carbono en el país.

“Estamos manejando más millas con autos más grandes y son cambios que están sobrepasando la mejora en la eficiencia de combustible de los vehículos”, comentó Jackson.

A juicio de este profesor universitario, es en el sector eléctrico donde se puede “reemplazar más fácilmente el carbón y el gas natural por fuentes menos contaminantes”.

Sin embargo, en el sector del transporte y la automoción “es donde es más difícil generar un cambio, por lo que hay que enfocar un esfuerzo especial hacia ese campo”.

Una buena noticia del informe es que la utilización del carbón no ha continuado en ascenso en los Estados Unidos y Canadá, donde ha disminuido un 40 % desde 2005.

“La fuerza del mercado y el interés por un aire más limpio están empujando a los países hacia el gas natural, el viento y la energía solar”, como fuentes energéticas, destacó el científico.

El trabajo ahora se enfoca en reemplazar el petróleo y el gas natural por fuentes renovables, como está sucediendo con el carbón.

Aunque los investigadores anticipan que en 2019 las emisiones de dióxido de carbono continuarán su crecimiento, Jackson mantiene su optimismo.

“Creo que continuaremos llevando a cabo la transformación para que -especialmente la energía eléctrica- continúe su uso incrementado de recursos energéticos menos contaminantes”, concluyó el investigador de Stanford.

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