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El artista español Javier Arce llama a la pausa en su muestra de Nueva York

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EFE

El artista español Javier Arce propone en su muestra que se expone en Nueva York que el espectador deje de lado la celeridad que actualmente contagia todos los aspectos de la vida diaria para pausar, analizar y mirar, no sólo ver, lo que nos rodea.

“Ese dedo rápido que mueve la fotografía del Instagram nos hace ver, pero ?realmente miramos o ponemos atención?”, plantea el artista en una entrevista con Efe.

Esta, la tercera exhibición de Arce en Nueva York, se inspira en el trabajo de Antonio Cavilla, un fotógrafo nacido en Gibraltar pero de familia de origen genovés que se instaló en Tánger a finales del siglo XIX, del que utiliza instantáneas que reflejan las costumbres, las vestimentas, y la vida rural en la región hace más de cien años.

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“No busco una nostalgia ni una rememoración de algo, sino que quiero hacer pensar en cómo se utilizaba la imagen entonces y cómo se usa hoy en día”, afirma el artista cántabro.

Para ello, las piezas de Arce, de las que presenta una decena en la muestra expuesta en la Galería Cindy Rucker, en el sur de Manhattan, están formadas por varios elementos, algunos semiocultos, que obligan al espectador a pararse a observar cada uno de ellos.

Las obras combinan coloridos textiles de origen bereber de más de medio siglo de antigüedad, algunos de los cuales datan de 1920, con fotografías parciales de Cavilla, que envuelve con telas o esconde en la parte posterior de las piezas.

La pausa que propone el artista a su vez supone una recompensa, con el continuo descubrimiento de nuevos componentes de las piezas que le dan un significado más profundo.

“Cuanto más tiempo se observan, más gratificantes son, y con ello mi objetivo es combatir el consumo instantáneo de imágenes que se vive hoy en día”, explica.

La muestra plantea asimismo la idea de que lo que no puede observarse también se convierte en una imagen, ocultando rostros en algunas de las instantáneas y vestimentas tradicionales en otras, para cautivar a la vez la curiosidad del público hacia el retratado.

Con esta misma idea en mente, la de jugar con imágenes que no se ven, Arce elabora diseños sobre papel con nitrato de plata, uno de los compuestos utilizados para el relevado de fotografía analógica y cuyo trazo no se revela hasta que queda expuesto a la luz.

“Es una técnica complicada pero a la vez interesante. Se trabaja a oscuras y el resultado a veces es imprevisible”, señala Arce.

Además de los coloridos textiles, la exhibición incluye elementos de la vida diaria utilizados en el norte de África, como una de sus tradicionales bolsas, un cinturón, o riendas de camello que transmiten una cultura que ha quedado ahogada por el dominio de Occidente.

“También habla de la importancia de lo pequeño. Por muy pequeña que sea una cultura, es igual de importante que lo que domina”, reflexiona el artista.

La muestra, en constante evolución, más tarde se desplazará a otras ciudades, y el próximo mes de marzo viajará hasta Córdoba (España), a donde se trasladarán algunas de las piezas exhibidas en Nueva York y a las que se unirán otras de nueva creación.

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