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Firma de inversor español denuncia por mala praxis a bufete Baker & McKenzie

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EFE

La firma británica Lehram Capital y su mayor accionista, un inversor español, han denunciado en un tribunal de EE.UU. al bufete Baker & McKenzie por supuesta negligencia profesional en relación con una mina de carbón rusa cuya propiedad intentaban recuperar, informa hoy The Wall Street Journal.

De acuerdo al diario, Lehram acusa a la consultora, una de las más importantes del mundo, de “desbaratar” sus esfuerzos para recuperar la mina, situada en Siberia, que alega tuvo que entregar a un oligarca ruso en lo que describe como un “robo patrocinado” por la administración rusa.

Según la denuncia, interpuesta en un tribunal de Illinois (EE.UU.) a finales de noviembre, Baker cometió negligencias en procesos de reclamación en Rusia y aconsejó a Lehram pedir ayuda para financiar costes legales a uno de sus clientes, un billonario ruso “condenado por un crimen violento”, tras lo cual el español habría sido amenazado.

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Los documentos legales señalan que el billonario ruso con el que Baker puso en contacto a Lehram es el inversor Gavril Yushnaev, y una de las personas que habría amenazado al accionista español es Dmitry Tsvetkov, yerno de un miembro del Parlamento ruso y supuestamente conectado a la familia del oligarca que tiene ahora en propiedad la mina siberiana.

La mina fue adquirida en octubre de 2013 por Lehram, especializada en comprar y producir minerales, como parte de un “paquete” de activos por el que asumió unos 70 millones de dólares de endeudamiento de su anterior propietaria, una subsidiaria de la británica Evraz Holdings.

A finales de ese año, un gobernador adjunto de la región de Kemerovo, donde está situada la mina, reclamó al director de Lehram en Rusia que autorizara el traspaso de propiedad de la mina a una compañía controlada por el oligarca Alexander Schukin, según la demanda.

El documento señala que cuando el director se negó, fue encarcelado por una violación relacionada con inmigración y liberado solo después de firmar la autorización, tras lo cual el gobernador transfirió la mina a Schukin y acusó a Lehram en televisión de no pagar a los empleados del yacimiento.

En declaraciones al WSJ, una abogada de Schukin negó que a Lehram se le hubiese “forzado” a entregar la mina y, por su parte, Baker & MacKenzie contestó a ese medio que las alegaciones “no tienen credibilidad” y planea disputarlas.

De acuerdo a auditorías revisadas por el rotativo, la mina estaría valorada entre 171 y 394 millones de dólares según Lehram y entre 5 y 12 millones según la compañía de Schukin. Tiene 301 millones de toneladas de carbón en reserva y su producción es de 2,5 millones de toneladas.

Daniel Rodríguez, accionista mayoritario de Lehram, declaró a Efe que fue “víctima de amenazas y presión”, entre febrero y octubre de 2017, así como de una “campaña difamatoria en medios de poca o nula credibilidad”, o “fake news”, durante unos tres meses.

“Algunas de esas amenazas, si bien utilizando un lenguaje sutil y camuflado, pero con tono amenazante, insinuaban que, si no desistía en mis esfuerzos de buscar justicia, mi vida correría peligro”, dijo.

Otras amenazas, indicó Rodríguez, “hacían referencia a que si exponía la verdad de lo que estaba ocurriendo en relación con las personas que Baker & McKenzie me había presentado, debería esconderme en la Antártida, porque ese sería el único lugar seguro para mí”.

El inversor español, que según el documento legal “tiene experiencia en adquirir y operar minas” localizadas en Europa, África y Sudamérica, destacó el apoyo que le ha prestado el Gobierno español para “interactuar con las autoridades de diversos países y denunciar tales hechos”.

Por otra parte, Rodríguez destacó el daño a la reputación de su empresa causado por las supuestas malas diligencias de Baker, añadió que representantes de la Unión Europea también le han dado “apoyo y buenos consejos” y puso en valor las ventajas de ser español en su situación.

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