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Piden declarar Puerto Rico estado de emergencia por muertes por violencia machista

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EFE

Grupos y organizaciones a favor de los derechos de la mujer en Puerto Rico han exigido declarar a la isla en un “estado de emergencia” ante las 23 mujeres que han fallecido a consecuencia de la violencia machista en lo que va de año, una cifra llamativa cuando se compara con las 11 que fallecieron en todo 2017.

En 2011 fallecieron 25.

Un reconocimiento de la gravedad de la situación que el propio gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, reconoció ayer.

La muerte de una sola muerte ya es “una emergencia (...) definir cómo se resuelve esa emergencia no es de un solo grupo, es de la sociedad”.

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“Estamos en un estado de emergencia. Llevamos meses diciéndolo, y de que estamos ante una crisis nacional. Hay que atender este problema y tomar las acciones que se requieren y fortalecer los programas”, afirmó hoy a Efe la directora ejecutiva de la Coordinadora Paz para la Mujer, Vilma González.

El incidente más reciente ocurrió este miércoles, cuando Ana María Morris, de 60 años, fue asesinada por su exesposo, quien, posteriormente, se suicidó.

“Ciertamente son muertes que se pueden prevenir. Una mujer no debe morir si hubiese un sistema que la apoyara. No podemos seguir esperando a que sigan matando más mujeres para responder a las víctimas”, enfatizó.

La también coordinadora de la Coalición Puertorriqueña contra la Violencia Doméstica y Agresión Sexual explicó que la característica que más sobresale de la violencia machista proviene “del propio machismo y patriarcado que es bastante opresivo con las mujeres”.

“Eso se transforma y se traduce a muchas manifestaciones que son bien variadas, como el de tener mayor poder y mayor control en todos los ámbitos”, agregó.

Ante toda la problemática, la Colectiva Feminista en Construcción organizó el pasado fin de semana una manifestación frente a La Fortaleza -sede del Ejecutivo puertorriqueño-, donde intentaron entregarle al gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, una orden ejecutiva para que declarara un estado de emergencia en la isla y estableciera un plan de acción junto a la procuradora de la mujer.

Según dijo hoy a Efe la portavoz del colectivo, Shariana Ferrer, algunas de las medidas que se deben utilizar para erradicar la violencia machista son la educación y reconocer el problema en general, del cual dijo que parte tiene que ver con el estado económico y social que se vive en la isla.

Igualmente, mencionó a la desigualdad económica entre hombres y mujeres como otro problema relacionado y el que solo sean las mujeres las que socialmente tienen la responsabilidad de niños, ancianos y el trabajo doméstico.

“Hay que educar en familia, pero en ocasiones tampoco las personas tienen las herramientas”, agregó Ferrer.

Ferrer opinó igual que González que una de las raíces del problema es que Puerto Rico vive “bajo un sistema patriarcal que lleva siglos operando” y de esa manera “se genera en la desigualdad que se establece, que los hombres son mejores que las mujeres o que la mujer es inferior”.

“El trabajo de educación, prevención y concienciar es relevante”, así como el apoyo de organizaciones sin fines de lucro que ayudan a las víctimas, agregó Ferrer.

Por esa misma línea, Ferrer dijo que una gran mayoría de las casas de protección en Puerto Rico, y mayormente en esta época navideña, están llenas y los recursos económicos no son suficientes.

Ferrer, por otra parte, recomendó crear un comité entre agencias del gobierno para que cada una de ellas trabaje con la problemática.

Por su parte, Mildred Oyola, directora del Centro de Respuesta Integrada de Apoyo y Servicios para la Mujer de la Procuraduría Auxiliar de Educación y Servicios de Apoyo de la Oficina de la Procuradora de la Mujer, explicó que la raíz del problema proviene “de una combinación de aspectos culturales y educativos, de cómo estamos manejando la educación entre dos géneros”.

Añadió que a través de la educación se puede instruir de “cómo emocionalmente se manejan las situaciones de las parejas, pues no hay una relación de comunicación, sino de poder entre una y otra, y por ende ocurren estas situaciones de violencia y hostilidad”.

“Tenemos que educar para poder prevenir y poder hacer una diferencia entre estos chicos o jóvenes entre lo que es una relación abusiva y la que no. Cuando hay unas situaciones de violencia cuando las parejas se unen, pues trabajar con esa prevención e intervención para que no lleguen a estos sucesos”, afirmó.

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