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Kushner e Ivanka, un puente de contacto con México ante desplantes de Trump

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EFE

El matrimonio de Jared Kushner e Ivanka Trump , hija del presidente estadounidense, se ha convertido en uno de los principales canales de comunicación entre Estados Unidos y México ante los desplantes y malas palabras de Donald Trump con el país latinoamericano.

El Gobierno mexicano condecorará este viernes a Kushner, quien ha protagonizado dos visitas oficiales a México en el último año, por sus “significativas contribuciones” durante la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre el país latinoamericano, Estados Unidos y Canadá.

Por su parte, Ivanka Trump visitará México este sábado como parte de la amplia delegación estadounidense que asistirá a la investidura presidencial del líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador, a la que no acudirá Donald Trump.

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De hecho, el mandatario estadounidense nunca ha pisado el vecino país desde que reside en la Casa Blanca. La última vez que visitó México fue en verano de 2016, cuando era candidato republicano, invitado por el presidente Enrique Peña Nieto.

En el controvertido y criticado encuentro, que tuvo lugar en la residencia presidencial de Los Pinos en Ciudad de México, el entonces candidato Trump defendió ante Peña Nieto su propuesta de construir un muro en la frontera para frenar la inmigración.

Los desencuentros en materia migratoria han seguido hasta la actualidad, con las exigencias de Trump al Gobierno mexicano para que regrese a sus países de origen “por cualquier medio necesario” a los migrantes centroamericanos que tratan de acceder a Estados Unidos y la amenaza de cerrar la frontera “permanentemente”.

De hecho, la fricción generada entre ambos Gobiernos ha provocado la cancelación de dos reuniones previstas entre Peña Nieto y Trump, siempre por la hostilidad del presidente estadounidense contra México por su negativa a pagar el muro fronterizo.

Frente a los desplantes de Trump, Kushner se ha erigido como un canal de comunicación entre ambas administraciones, hasta el punto que el Gobierno mexicano ha decidido entregarle la Orden Mexicana del Águila Azteca, reservada a los extranjeros que han hecho grandes aportaciones a México, que ha sido entregada a Gabriel García Márquez, el rey Felipe VI de España o Fidel Castro, entre otros.

El secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, quien ha mantenido una estrecha relación con Kushner durante las renegociaciones del TLCAN, defendió hoy esta condecoración.

“Indudablemente la participación de Jared Kushner deja una huella importante para México y para los mexicanos, y sin su intervención en México se habrían perdido millones de empleos”, aseveró.

El canciller sostuvo que la intervención de Kushner en “momentos muy difíciles y de incertidumbre” permitió que “la negociación llegara a un final exitoso”, evitando la retirada de Estados Unidos del tratado, como había amenazado Trump al llegar al poder.

De hecho, definió a Kushner como “la única voz de la administración de Trump que abogaba por una buena relación con México” durante los negociaciones y encomió que su labor fuera “con gran discreción, fuera de la luz pública y sin buscar notoriedad ni publicidad”.

Una lluvia de críticas ha caído sobre el Gobierno por la condecoración de Kushner, como la del popular historiador Enrique Krauze, quien dijo que “es una actitud suprema de humillación”, o la del célebre actor Gael García Bernal, quien señaló que “demerita cualquier valor agregado que esa condecoración pudiera tener”.

“Me parece incluso discriminatorio que simplemente por tener una relación familiar con alguien, que efectivamente ha tenido posturas muy difíciles y agravantes contra los mexicanos, se descalifique a alguien que ha hecho una labor sustancial”, respondió Videgaray, en defensa del yerno de Trump.

Ivanka Trump, que ha sido de las pocas personas en felicitar públicamente a Kushner por la condecoración, parece que sigue los mismos pasos de acercamiento con México.

En agosto pasado, criticó como un “punto bajo” la política migratoria de separación familiar aplicada por su padre en la frontera y ahora será ella quien tenga la primera toma de contacto con el nuevo presidente de México.

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