Anuncio

George Papadopoulos, de “excelente” asesor de Trump a “mentiroso” entre rejas

Share
EFE

George Papadopoulos era un “excelente” asesor en temas de política exterior en opinión del presidente, Donald Trump, pero cuando la investigación de la trama rusa se cruzó en su camino el mandatario pasó a pensar que era un “mentiroso” y acabó repudiándolo.

Papadopoulos, miembro de la campaña de Trump para las elecciones de 2016, ingresó hoy en una cárcel de Wisconsin para cumplir una condena de 14 días por haber mentido al FBI, en el marco de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre el alcance de la supuesta injerencia rusa en los comicios.

Cadenas de televisión, como la CNN, mostraron imágenes de Papadopoulos ingresando en prisión, vestido con un traje negro y, aparentemente, sin ninguna maleta para guardar sus pertenencias.

Anuncio

“Es un chico excelente”, llegó a decir Trump de Papadopoulos en una entrevista con “The Washington Post” antes de que se convirtiera en uno de los investigados por Mueller.

La opinión del presidente cambió radicalmente después de que Papadopoulos firmara en octubre de 2017 un acuerdo de colaboración con el equipo de Mueller, momento en el que Trump decidió distanciarse de él, quitando importancia a su papel en la campaña y tachando al consultor de “mentiroso”.

“Poca gente conocía al joven, voluntario de bajo nivel, llamado George, quien ya ha demostrado ser un mentiroso”, atacó Trump en Twitter.

En septiembre de este año, cuando Papadopoulos recibió la pena de 14 días de prisión, el mandatario llegó incluso a asegurar que no sabía quién era su exasesor: “No conozco a Papadopoulos, no lo conozco. Le vi en una foto sentado en una mesa conmigo, que es lo único que sé de él”.

Antes de trabajar para Trump, Papadopoulos no tuvo problema en formar parte del equipo de Ben Carson, rival de Trump en las primarias republicanas, entre noviembre de 2015 y febrero de 2016, pese a que sabía que el caballo ganador era Trump, según su defensa.

Un mes después, en marzo de 2016, Papadopoulos llegó a la campaña del magnate, donde permanecería hasta enero de 2017 -cuando Trump llegó a la Casa Blanca- como asesor de política internacional, concretamente, de temas energéticos, un ámbito en el que se había especializado.

Fue durante ese tiempo cuando Papadopoulos, según documentos judiciales de la investigación, mantuvo reuniones con un profesor ligado a Moscú con el que trataba de fijar reuniones entre miembros de la campaña de Trump y altos funcionarios del Kremlin, incluso entre el ahora mandatario y el presidente ruso, Vladímir Putin.

El exasesor mintió al FBI sobre esa reunión en enero de 2017, cuando Trump se preparaba para tomar posesión como presidente y Papadopoulos estaba tratando de conseguir un buen puesto en la nueva Administración que sirviera para premiar su labor como parte del equipo de campaña.

Su equipo legal le ha retratado durante todo el proceso judicial como un joven consultor brillante en su campo y con gran ambición, que estaba convencido de que Trump era la mejor opción para el país y que sería el candidato que saldría elegido, razón por la que supuestamente deseaba hacer todo lo posible por ayudarle.

Según sus abogados, Papadopoulos solo buscaba dar un golpe de efecto, “un boom”, que consolidara las propuestas de política internacional del entonces candidato para que consiguiera vencer a su rival, la demócrata Hillary Clinton.

El propio exasesor dijo en una entrevista a “The New York Times”, publicada en septiembre, que sus mentiras al FBI se debieron a un concepto erróneo de lealtad para proteger a Trump, a la campaña y a sí mismo de lo que “probablemente era una acción ilegal”.

El controvertido exconsejero, de 31 años, estudió Ciencias Políticas en la Universidad DePaul (Chicago), especializándose en economía internacional, para terminar obteniendo un máster en seguridad en la University College of London (Londres) centrado en Oriente Medio, según su perfil de Linkedin.

El exasesor es el tercer procesado por la “trama rusa” en cumplir una pena de prisión.

El abogado holandés Alex van der Zwaan ya cumplió un mes de cárcel en Pensilvania por mentir al FBI sobre sus contactos con la campaña de Trump, mientras que Richard Pinedo se encuentra actualmente en un penal del sur de California y permanecerá allí hasta mayo de 2019.

Anuncio