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La diabetes es la tercera causa de muerte en Puerto Rico

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EFE

La diabetes es la tercera causa de muerte en Puerto Rico donde más de 400.000 personas la padecen y la cifra de niños diagnosticados con la de tipo 2, ha registrado un significativo aumento en la última década.

Entre 8.000 y 10.000 nuevos casos son reportados anualmente, mientras tipo 1 son 200 casos nuevos en menores, según Mariana Benítez, directora ejecutiva de la Fundación Pediátrica de Diabetes en la isla.

De acuerdo al Sistema de Monitoreo de Comportamiento y Factor de Riesgo (BRFSS, en inglés), que lleva a cabo los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, Puerto Rico ha sido consistentemente desde el 1996, uno de los territorios con mayor incidencia de diabetes en todo Estados Unidos.

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Entre un 16 por ciento y 17 por ciento mientras que en la población de Estados Unidos es alrededor del 10 por ciento, apostilló.

Con motivo de la celebración del mes mundial de la Diabetes, la Fundación Pediátrica de Puerto Rico ha desarrollado una campaña educativa con el lema “Del diagnóstico a un mejor control, la educación es clave”.

Mediante una serie de colmenas educativas en las redes sociales, orientarán a los pacientes y familiares sobre los recursos y coberturas que la ley provee para acceder a las terapias más innovadoras, disponibles en el mercado, así como suministradores y equipos para el seguimiento de la glucosa.

“Diariamente recibimos en la Fundación a muchos padres porque su hijo ha sido diagnosticado con diabetes tipo 1 y que no saben por donde comenzar o cómo lograr que los planes médicos cubran las terapias, monitores y suplidos para tratar su condición”, agregó Benítez.

“Por ello necesitamos difundir el mensaje efectivamente y que todos conozcan las coberturas en ley y oficinas de apoyo que hay en Puerto Rico”, agregó Benítez.

A su vez, recordó que “desafortunadamente” no hay cura para la diabetes tipo 1 así que la clave es mantener un buen control de la condición, no solo con ayuda de la tecnología, sino con “mucho apoyo familiar, un control total de su dieta, ejercicio físico”.

“Es importante que la población conozca los tratamientos disponibles para ayudarlo a manejar su diabetes y que para acceder a ellos existen leyes que los benefician”, según Carlos Leyva, endocrino pediátrico.

Además, Leyva recordó que el paciente puede mejorar su calidad de vida y minimizar los riesgos de desarrollar complicaciones gracias a las nuevas tecnologías.

En este sentido, se refirió a las bombas o infusoras continuas de insulina, y al hecho de que están accesibles a todos, sin importar su nivel socio-económico o cobertura de seguro de salud.

En Puerto Rico hay varias leyes relacionadas con la diabetes.

La Ley 177 del 13 de agosto de 2016, requiere a todo asegurador y organización de servicios de salud incluir como parte de la cubierta básica de los planes médicos privados y del estado, ciertas coberturas específicas para el tratamiento y mantenimiento de pacientes menores de 21 años, diagnosticados con diabetes del tipo I.

El paciente tiene derecho a que su plan médico cubra el suministro de un monitor de glucosa cada tres años y un mínimo de ciento cincuenta tirillas y ciento cincuenta lancetas mensuales.

A su vez, la ley ordena que se incluya como parte de la cubierta básica de los planes médicos, la bomba portátil de infusión de insulina, como terapia para pacientes con diabetes menores de 21 años.

El paciente debe haber sido diagnosticado con diabetes tipo I por un especialista en endocrinología y debe de visitar a su endocrino cada tres meses.

En necesario que los padres o tutores del paciente pediátrico “le soliciten al endocrino pediátrico de su hijo una receta de tirillas y que se oriente con su aseguradora para saber a qué farmacia especializada debe acudir con su receta”.

Otra ley destacada en Puerto Rico es la 199, firmada el 4 de diciembre de 2015.

Esta ley establece el protocolo para atender, manejar y garantizar el acomodo razonable y adecuado del estudiante con diabetes tipo 1 y 2 en el ambiente escolar.

Todas las escuelas de Puerto Rico, tanto públicas como privadas, están obligadas a cumplir con la Ley 199, principalmente por la seguridad del estudiante.

El endocrino pediátrico debe proveer a los padres o tutores del paciente del “Plan de manejo médico” el cual, a su vez éstos deben discutir con el director y maestros de la escuela del niño o joven para asegurar su implantación.

“Nuestro compromiso en la Fundación Pediátrica de Diabetes es hacer valer los derechos de los niños y jóvenes que viven con diabetes. Por eso nuestros esfuerzos van dirigidos a orientar, informar y a apoyar a que las leyes se cumplan y a que cuenten con un grupo de profesionales que apoye al paciente y sus familias para lograr un entorno con la mejor calidad de vida posible”, concluyó Benítez.

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