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Republicanos y demócratas apuran “eléctrica” jornada de fin de campaña

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EFE

Republicanos y demócratas encaran el último día de campaña para las elecciones legislativas con una frenética y “eléctrica” jornada de actos y mítines para dilucidar el control del Congreso y bajo la alargada sombra del presidente, Donald Trump.

Prueba de lo disputado y de la importancia de la contienda electoral de mañana, martes, es la agenda del mandatario.

Trump realizará tres actos de campaña a lo largo de este lunes: a mediodía, en Ohio, buscará defender la gobernación; mientras que por la tarde, en Indiana y Misuri, tratará de ayudar a los republicanos a arrebatar dos escaños en el Senado actualmente en manos demócratas.

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“No sé si están informando de ello, pero hay una gran electricidad en el aire, algo que no se ha visto desde 2016”, afirmó hoy el mandatario al comienzo de su mitin en Cleveland (Ohio), donde hizo alusión a los comicios presidenciales de hace dos años en los que se impuso a la demócrata Hillary Clinton.

Históricamente, las elecciones de medio mandato suelen contar con una menor participación de los votantes que en las presidenciales, 45 % frente a 63 %, al movilizar menos a los ciudadanos.

Sin embargo, los expertos coinciden en que estas elecciones no entran en la categoría de normalidad por la desmesurada figura y agresiva retórica del actual presidente, especialmente contra los hispanos.

“Estas elecciones de medio mandato parecen diferentes a la mayoría. Aunque el presidente Trump no está en la papeleta, muchos de sus detractores y seguidoras probablemente van a votar como si lo estuviese”, afirmó William Frey, investigador del centro de pensamiento Brookings Institution en un reciente artículo.

Entre sus críticos frontales, jóvenes, afroamericanos, mujeres y latinos; entre sus apoyos, los hombres blancos sin estudios universitarios.

Pero lo cierto es que a quien se escoge en esta ocasión es a representantes y senadores que responderán de manera directa a las exigencias y preocupaciones de los electores sobre cuestiones más específicas y cercanas.

De ahí la complejidad añadida en unas elecciones de por sí muy disputadas, en las que el efecto Trump, tanto a favor como en contra, será clave pero no es único.

Una reciente encuesta de la cadena CNN apuntó que siete de cada diez votantes afirman que cuando depositen su voto estarán pensando en enviar un mensaje sobre el presidente.

En los comicios se renovarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes más un tercio de los cien asientos del Senado, así como una treintena de gobernaciones y cientos de cargos públicos estatales y locales.

Las encuestas dibujan un panorama favorable para los demócratas en la Cámara Baja, donde necesitan ganar 23 escaños para recuperar una mayoría que los republicanos han ostentado desde 2011.

En el Senado, el mapa es mucho menos favorable para los progresistas, donde tienen que defender más asientos que los republicanos, y en estados especialmente conservadores.

Actualmente, los republicanos tiene una mayoría de 51 a 49 en la Cámara Alta, que los sondeos apuntan a que se mantendría.

Otro elemento añadido, además de medir la temperatura en la polarizada sociedad, es ver el nivel de respaldo que muestran determinadas figuras del ala más progresista del Partido Demócrata, con la mirada puesta en las presidenciales de 2020.

Es el caso del candidato a gobernador en Florida, Andrew Gillum; el aspirante a senador por Texas, el joven demócrata Beto O’Rourke; o Stacey Abrams, candidata demócrata a la gobernación de Georgia y quien podría convertirse en la primera gobernadora afroamericana de la historia del país.

Conscientes de lo fundamental del momento, los demócratas han recurrido a pesos pesados, como el expresidente Barack Obama (2009-2017), quien no ha descansado en la última semana recorriendo distritos en disputa y expresando su apoyo explícito a los candidatos.

“Vais a votar en las que pueden ser las elecciones más importantes de mi vida, quizá más importantes que en 2008”, dijo Obama este sábado en Chicago, en referencia a los comicios en los que fue elegido presidente estadounidense.

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