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La OCDE encomia la reforma educativa de Peña Nieto aunque pide más equidad

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EFE

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentó hoy un informe sobre la educación en México en que encomia la reforma educativa del gobierno de Enrique Peña Nieto pero pide una distribución más equitativa de los recursos en las escuelas.

Según el organismo, la reforma de 2013, que estableció la evaluación continua del personal docente y puso fin a añejos privilegios sindicales, “puso a México en el camino para crear un sistema educativo más equitativo que ponga en el centro a la calidad y al estudiante”.

Es algo de lo que difiere el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ha anunciado que derogará la reforma cuando asuma el poder el 1 de diciembre por considerar que tiene una “orientación neoliberal privatizadora” y que se ha enfocado en “reprimir” y “humillar a los maestros”.

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No obstante, la OCDE, dirigida por el mexicano José Ángel Gurría, considera que la reforma ha favorecido “avances encomiables” en cuanto al ambiente escolar, la financiación, la profesionalización del profesorado y la evaluación educativa.

Aun así, el informe “Una Base Sólida para la Equidad y la Calidad de la Educación en México” describe áreas en las que “se pueden lograr mayores avances”.

“La reforma educativa, como toda reforma, es un proceso vivo, permanente, que requiere continuidad y ajustes al mismo tiempo; un proceso en que se va aprendiendo y mejorando”, expuso Gurría durante la presentación del estudio en México.

Argumentó que “hay que reconocer lo que México ha logrado con enorme esfuerzo y a partir de esta base ajustar aquellas cosas que pueden y deben mejorar”.

“Es indispensable seguir avanzando por esta senda dentro de un ambiente de cooperación y diálogo con todos los actores del sistema educativo”, abundó.

Para ello, la Organización pide a México “introducir nuevos modelos de financiamiento que aseguren que los recursos se distribuyan de manera más equitativa entre las escuelas” y trabajar para “atraer a los mejores maestros a las escuelas más desfavorecidas”, así como reforzar los recursos para la infraestructura escolar e invertir más en mejorarla y mantenerla.

También sugiere asegurar que el aprendizaje de los niños mexicanos se ajuste a las necesidades propias del siglo XXI, y para ello propone invertir en el desarrollo y la capacitación de los profesores.

Asimismo, recomienda promover el valor del servicio profesional docente para favorecer la carrera y las perspectivas a futuro de los maestros, al tiempo que se motiva el desarrollo profesional continuo y la asistencia técnica a las escuelas.

Por su parte, el sistema para la evaluación de los trabajadores docentes “debe adaptarse de manera rutinaria para que cumpla plenamente sus funciones formativas y colectivas”, expone el organismo.

El informe subraya que los centros educativos deberían reforzar la coordinación entre ellos y los resultados de las evaluaciones educativas de los alumnos deberían servir para “mejorar las políticas y las prácticas escolares” e identificar a los “grupos de estudiantes vulnerables y promover políticas para apoyarlos”.

El organismo internacional consideró que lo central del trabajo a futuro no radica en modificar los cimientos establecidos por la reforma, sino en asegurar que se consoliden las transformaciones deseadas en las prácticas pedagógicas y en el funcionamiento cotidiano de las escuelas para asegurar el aprendizaje de los alumnos.

En síntesis, el documento expone que México deberá asegurar el compromiso de todos los involucrados, realizar los ajustes necesarios para corregir las asimetrías entre el diseño y la implementación de políticas, y asegurar recursos suficientes para este proceso.

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