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EFE

Dulce, de color caramelo, con una acidez equilibrada y un aroma de fruta exótica son algunas de las claves para conseguir el mejor café, un título por el que compiten hoy en Brasil productores de diferentes partes del país suramericano.

El desafío de identificar el café más excepcional de Brasil está en las manos de un grupo de 29 jurados de diez países del mundo, quienes se han reunido esta semana en Guaxupé, en el sur del estado de Minas Gerais, para elegir quién será el principal representante de Brasil en las estanterías y subastas mundiales.

El “Cup of Excellence”, uno de los principales concursos para evaluar la calidad de los cafés alrededor del mundo, galardonará el lote brasileño con el “sabor más complejo” y para ello el tribunal ha probado diferentes tazas a lo largo de la semana.

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“Lo que Brasil está haciendo ahora es ser un definidor de tendencias. Cafés extremadamente diferenciados y tendencias saldrán de aquí y nuestra responsabilidad es identificar las piedras preciosas de la nación del café”, afirma el presidente de la Alliance for Coffee Excellence (ACE), Darrin Daniel.

Guayaba, aguardiente, yaca, frutas cítricas, jazmín y otras flores son algunas de las notas de sabor que los miembros del jurado destacan como “ingredientes claves” el café especial brasileño, el cual, aseguran, está al frente en producción exótica.

“Es muy difícil explicar qué es lo mejor en el café brasileño, pero es un hecho que va a dictar tendencias para todo el mundo. Es un café de elegancia”, destaca a Efe el jurado de Singapur, Danny Pang, mientras cierra los ojos y sonríe saboreando cada muestra de la bebida.

Del otro lado de la mesa de pruebas, Alda Maria Cruz, brasileña que representaba el equipo de jurados de Inglaterra, sorbe el café emocionada mientras rellena el formulario de evaluación: “El café tiene que hablar con la gente”.

“Por detrás de una muestra de café hay una familia, una historia y la excepcionalidad está en la combinación de al menos cinco elementos: aroma, acidez, dulzura, pureza y cuerpo, además del sabor”, agregó.

Brasil es considerado el mayor proveedor de cafés especiales del mundo y la previsión para este año es alcanzar unos 9,7 millones de sacas de lo que hay de mejor en la caficultura, lo que representa un volumen de 16,2 % del total de la cosecha, según la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab).

“Los cafés especiales requieren cuidados así como un padre cuida de su hijo”, afirmó el jurado de Brasil, Edimilson Generoso.

Para Generoso, lo que hace que el café tenga una puntuación más elevada es su intensidad, su emotividad y la complejidad en el paladar.

“Un café fantástico es bueno aunque esté caliente, blando o frío. Café bueno no causa dolores en el estómago ni gastritis”, describió la directora de la Asociación Brasileña de Cafés Especiales (BSCA), Vanusia Nogueira.

Este año, la edición del evento recibió más de 1.000 muestras de cafés especiales de todo Brasil, en las que se evalúa su sabor, su exotismo, su historia y su principal diferencial para el paladar de los consumidores.

Los jurados realizan de tres a cuatro degustaciones de café por día, de unas 45 minutos cada una, y otorgan su puntuación, la cual va de 0 a 100.

El Mundial de Café, como es conocido, fue realizado por primera vez en Brasil en 1999 y hoy es el concurso responsable por coronar el mejor grano con un sello de clasificación internacional.

La etiqueta “Cup of Excellence” garantiza al productor un mayor valor de su tesoro en las mesas, estanterías y elegantes eventos globales, además de mejorar el precio en el mercado.

Actualmente, una saca de café común cuesta unos 108 dólares, pero los productores que se inscriben en el concurso pueden comercializar su grano a partir de 270 dólares, mientras que los vencedores llegan a alcanzar más de 14.000 dólares por saca, como ocurrió en 2017.

Hoy, los principales compradores del café especial brasileño son Estados Unidos, Italia, Bélgica, Reino Unido y España, además de Japón, que está mirando con atención las subastas de café para comprar las cosechas especiales brasileñas.

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