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Coca-Cola nombra a nuevo director de operaciones y nuevo director financiero

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EFE

Coca-Cola nombró a un nuevo director de operaciones, un puesto que había quedado vacante el año pasado, así como a un director financiero, dado que la ejecutiva que ocupa la posición tiene previsto retirarse en 2019, informaron hoy medios especializados.

La compañía de refrescos azucarados, que trata de mantenerse vigente en un mercado cada vez más enfocado a los productos saludables, designó a Brian Smith, un veterano de la empresa, como su director de operaciones a partir del próximo 1 de enero.

Smith, que en la actualidad es presidente de Coca-Cola para Europa, Oriente Medio y Africa y que trabaja para la empresa desde 1997, ocupa así el puesto que dejó libre James Quincey tras ser nombrado consejero delegado el año pasado.

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En su carrera profesional en la empresa, Smith también ha sido presidente de las divisiones en México y Brasil, tras lo que saltó a ser el presidente para Latinoamérica.

Por otra parte, John Murphy ocupará la posición de director financiero en sustitución de Kathy Waller, que se retirará en marzo de 2019 después de 32 años de trabajo para Coca-Cola tras un reciente esfuerzo para expandir la empresa más allá de bebidas azucaradas.

“Waller deja un gran legado como líder, como haber sido una gran mentora que ha creado una organización robusta”, aseguró un comunicado de la compañía, que también le atribuye la continuada “transformación y modernización” de su sector financiero.

Murphy, actual presidente de Coca-Cola para Asia Pacífico, ha ocupado varios puestos en finanzas, estrategia y operaciones desde que se unió a la empresa en 1988.

Entre 2015 y 2017, los gastos administrativos y de venta de Coca-Cola se redujeron en un 24 por ciento, con lo que se pudo compensar una caída del 20 por ciento de ingresos.

Los nombramientos se producen después de que, con las ventas de bebidas azucaradas a la baja, Coca-Cola anunciara el pasado mes de agosto la compra de la cadena británica Costa, una adquisición que sitúa al gigante de los refrescos en plena competencia con Starbucks.

La adquisición, de 3.900 millones de libras (4.368 millones de euros o unos 5.100 millones de dólares), es la mayor compra en la historia reciente de la compañía con sede en Atlanta (Estados Unidos).

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