Anuncio

La Biblioteca del Congreso exhibe sus novedades de arte latino

Share
EFE

La Biblioteca del Congreso presentó hoy sus últimas adquisiciones de arte latino, entre las que se encuentran obras de nombres consolidados, como el fotógrafo Alberto Korda, y piezas de artistas menos conocidos pero que están ayudando a cambiar la visión artística del público estadounidense.

La institución presentó este jueves sus adquisiciones de los dos últimos años, que mostró públicamente durante tres horas, con motivo de la celebración del Mes de la Herencia Hispana.

Esas piezas han pasado a integrar la inmensa colección de arte que alberga este monumental edificio ubicado en pleno corazón de Washington.

Anuncio

“Es el mes de Herencia Hispana, así que fue algo que quisimos organizar para celebrar nuestras colecciones que están enfocadas en Latinoamérica y, también, a artistas estadounidenses con raíces hispanas”, explicó a Efe Catalina Gómez, especialista de la División Hispánica de la Biblioteca del Congreso y coordinadora del evento.

A pesar del escaso periodo de tiempo ofrecido hoy por la institución para disfrutar de la veintena de obras expuestas, Gómez recalcó que todas pueden ser disfrutadas en cualquier momento por investigadores y curiosos.

“Realmente nos gusta mucho organizar este tipo de eventos para dar visibilidad a estas colecciones que pasan mucho tiempo escondidas”, agregó Gómez.

La experta, de origen colombiano, consideró que el arte latino aporta “una visión propia de la riqueza cultural del mundo hispánico” y resaltó que esta misma riqueza artística es parte de Estados Unidos.

Una muestra de ello son las fotografías del cubano Alberto Korda que capturan diversos momentos de la histórica visita de Fidel Castro a Nueva York en 1959 para pronunciar un discurso ante las Naciones Unidas.

En estas imágenes, en blanco y negro y que tienen el sello del fotoperiodismo de calidad, se puede ver la complicidad entre el líder cubano y el entonces Presidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética, Nikita Jruschov, o las muestras de apoyo a Castro proferidas por la población puertorriqueña de la Gran Manzana.

Una de las nuevas adquisiciones más llamativas, sin duda, es la del fotógrafo estadounidense David Taylor que entre los años 2007 y 2014 se dedicó a captar con su cámara los 276 obeliscos que desde el fin de la guerra con México (1848) trufan la frontera sur del país.

Este proyecto busca en parte actualizar el trabajo realizado por D.R. Payne, quien ya documentó todos estos pilares entre 1891 y 1895, una colección que forma parte del acervo de la Biblioteca del Congreso desde hace años.

“Por un lado completa la colección que ya teníamos, pero por otro le da a la gente una ventana desde la que observar cómo es la frontera, especialmente ahora que ha sido tan debatida en las noticias”, explicó el comisario asociado de Fotografía de la institución, Adam Silva.

Al margen de las fotografías, la colección reunida por la biblioteca para esta fugaz exposición incluye una serie de grabados en los que la huella latina se hace aún más evidente que en las imágenes reales.

Los grabados a tabla perdida de la colección “Irse, venir, permanecer” de la puertorriqueña Marta Pérez-García permiten al espectador disfrutar de la viveza de los colores más tradicionales de la región en imágenes que evocan tanto al arte maya como a los dibujos del pintor flamenco El Bosco.

“Habla un poco sobre la experiencia de la migración y sobre ese flujo de ir y venir de tu país a otro; y hace una combinación entre lo humano y lo animal, que puede moverse libremente sin tener el territorio o la geografía como impedimento”, analizó para Efe la bibliotecaria de referencia de la División Hispánica de la institución, Talia Guzmán González.

Junto a las obras de Pérez-García se pueden encontrar otros grabados de la también puertorriqueña Myrna Báez, del colombiano José Antonio Suárez Londoño y del peruano Mario Torero.

“En realidad son una comunidad de artistas, que estudiaban juntos y que tienen numerosas conexiones entre ellos (...). Nuestro trabajo como investigadores de la Biblioteca es determinar qué significa y qué supone, en términos de valor en el tiempo”, concluyó la comisaria de Grabados y Artes Gráficas, Katherine Blood, sobre los criterios llevaron a la Biblioteca a adquirir estas piezas.

Anuncio