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Teatro y activismo se unen en una cárcel estatal para mujeres en Arizona

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EFE

La dramaturga y directora teatral texana Virgina Grise aseguró en entrevista con Efe que libra una eterna revolución literaria a través de sus obras y de su faceta como activista, lo que le ha llevado a Arizona para montar una obra para las reclusas de una cárcel estatal.

La artista, fundadora del movimiento de Acción Zapatista en Estados Unidos, acaba de llegar a Phoenix para iniciar un proyecto de actuación con las reclusas en la cárcel de Perryville, en Maryvalle (Arizona), donde montará su versión de “Their Dogs Came with Them” (Sus perros vinieron con ellos), una novela de la autora estadounidense de origen mexicano María Helena Viramontes.

Grise permanecerá meses trabajando en Phoenix y piensa estrenar en la primavera del 2019.

Es una obra chicana, cuya trama se ocupó de un desplazamiento de los mexico-estadounidenses que ocurrió en la década de 1960 en Los Ángeles, California, por la construcción de una autopista.

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También el texto toca las condiciones difíciles que tuvieron que enfrentar, pues explora en la formación de pandillas juveniles de chicanos y su impacto en las comunidades latinas.

“La presentación de la obra será dentro de la cárcel, antes de cualquier teatro”, asegura Grise.

“Tengo años trabajando en las cárceles del país y lo que sucede con los migrantes es parecido, una forma de criminalizar a un grupo de personas; el sistema tiene a los inmigrantes encarcelados bajo una represión criminal”, denunció.

La artista de 42 años, nacida en Texas y quien asegura que su territorio “sigue siendo México”, también hablará con la comunidad de Arizona sobre su reciente libro “Your Healing is Killing Me” (Tu curación me está matando), publicado por el sello editorial Plays Inverse Press en 2017.

Grise lo define como un “manifiesto performático”.

La autora explicó que este título forma parte de las lecciones aprendidas en las clínicas de salud gratuitas de San Antonio (Texas) y en las escuelas de acupuntura de Nueva York.

“Este trabajo particularmente es una reflexión sobre el proceso político y artístico. Esta fue la primera pregunta que me hice cuando escribí el manifiesto: ?Qué son las cosas que me están matando? Fue un cuestionamiento sobre mi propio proceso artístico”, sostuvo.

“Todo se reduce a lograr una comunidad saludable (...), a vivir en barrios donde no sientas la represión de la policía, donde tienes la capacidad de soñar y realizar tus sueños. Mi primer trabajo fue en la salud y de alguna manera este libro tiene mucho que ver con eso”, dijo.

La artista, que se inició desde adolescente en el activismo a favor de los zapatistas mexicanos, trabaja para conseguir con talleres y educación que las reclusas logren salir de ese círculo vicioso que son las prisiones. Les da a conocer sus derechos y las opciones que existen afuera.

Merecedora del premio Yale University Press, Grise llegó a convertirse en Observadora Internacional de la Paz en Chiapas, México, y organizó foros comunitarios, además de participar en un Encuentro Intercontinental contra el Neoliberalismo.

“Fueron varias cosas las que me llevaron a ser fundadora del movimiento zapatista en Austin, Texas. Yo tenía 18 años cuando asesinaron al candidato Colosio (Luis Donaldo, candidato presidencial del PRI asesinado durante un acto de campaña en Tijuana, en 1994). Estudiaba en la preparatoria y vi cómo la madre, que es mexicana, empezó a llorar”.

Desde Austin, Grise circuló por internet los comunicados de los zapatistas. Además, trabajó con ese movimiento indigenista para publicar el libro “Conversaciones con Durito”.

“Fui tres veces a Chiapas. Estuve en 1996 cuando el gobierno declaró que ya sabían la identidad del Comandante Marcos, recuerdo que había mucha represión en las comunidades indígenas, no solo en las zonas zapatistas. El gobierno se aprovechó para militarizar la situación y reprimir a las comunidades campesinas brutalmente”, relató la artista.

Grise, que actualmente reside en Brooklyn, Nueva York, señaló que esos tiempos del zapatismo no están muy distantes de la situación que viven miles de inmigrantes actualmente en Estados Unidos.

Su proyecto creativo habla de un mundo con derechos y sin represión policiaca, construido por comunidades saludables (en todos los sentidos, remarca), pero al realizar su trabajo lo hace metafóricamente.

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