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Delibera jurado del juicio contra policía acusado de asesinato en Chicago

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EFE

El jurado del juicio contra el agente policial Jason Van Dyke, acusado de asesinar a un adolescente afroamericano de 17 años, comenzó a deliberar hoy, al tiempo en que activistas convocaron a un boicot para el día del veredicto.

Antes de retirarse a la sala de deliberaciones, los 12 miembros del jurado escucharon los argumentos finales de la fiscalía y de los abogados defensores, así como las instrucciones del juez.

Por primera vez, la fiscalía reveló que los jurados pueden considerar un cargo menor de homicidio en segundo grado, si encuentran culpable a Van Dyke.

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El policía de 40 años enfrenta dos cargos de homicidio en primer grado, 16 cargos de agresión agravada y uno de mala conducta en el puesto, por haber disparado 16 veces contra Laquan McDonald en la noche del 20 de octubre de 2014.

En sus argumentos finales, la fiscal Jody Gleason dijo al jurado que el cuerpo del adolescente fue acribillado con 16 disparos, mostró un dibujo con las heridas y luego fotos de la autopsia.

Gleason dijo además que el policía inventó una historia para justificar los disparos, y exageró la peligrosidad de McDonald, armado con una pequeña navaja, al resistir el arresto.

Para el abogado defensor Dan Herbert este caso fue una tragedia y no un asesinato.

“Todo podría haberse evitado con solamente dejar caer el cuchillo. Si lo hubiera hecho (McDonald) estaría hoy con nosotros”, señaló.

Durante el juicio, la defensa sostuvo que el propio McDonald fue responsable de su muerte, y que el agente Van Dyke temió por su vida y respondió a la amenaza.

El edificio de las cortes del Condado de Cook ha sido protegido con vallas y la policía se prepara para posibles protestas o festejos violentos, en dependencia del fallo, por parte de grupos que exigen el fin de la brutalidad policial contra las minorías en Chicago.

Los activistas han anticipado que solamente se conformarán con un fallo de homicidio, aunque la condena de un policía por asesinato a causa de su participación en un tiroteo en acto de servicio no es común en el condado donde se asienta Chicago y donde se produjo el suceso.

El sacerdote católico Michael Pfleger, uno de los voceros de esos grupos, llamó hoy a que las protestas sean pacíficas, aunque dijo que también debería haber un boicot el día de la sentencia.

“Que nadie vaya a trabajar. Que nadie vaya a la escuela. Que nadie haga compras. Ese día realizaremos un boicot económico en Chicago”, declaró a periodistas.

Por su parte, el Departamento de Policía de Chicago informó que tiene un plan de contingencia de 160 páginas para manejar la reacción de la gente, sin importar el resultado.

“Habrá gente insatisfecha de los dos lados y estamos preparados para enfrentarlo”, declaró hoy a la prensa el superintendente de la policía Eddie Johnson.

La familia de Laquan McDonald ha pedido “justicia, no venganza”, y su tío abuelo, el pastor Marvin Hunter, rechazó la posibilidad de que haya algún acto de violencia después del veredicto.

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