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Lindor y Ramírez quieren reivindicar su clase ante Astros en los playoffs

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EFE

La aportación de los peloteros latinoamericanos, el campo corto puertorriqueño Francisco Lindor y el tercera base dominicano José Ramírez volverá a ser clave en la ofensiva de los Indios de Cleveland cuando a partir del viernes se enfrenten en Houston ante los Astros, actuales campeones de la Serie Mundial, en el inicio de los playoffs dentro de la Liga Americana.

La inmensa presión de octubre puede encender o apagar estrellas, algo que tanto Lindor como Ramírez saben que sucede porque ya les tocó vivir esa experiencia la pasada temporada.

El dúo estelar de los Indios volvieron a demostrar todo su dinamismo y poder desde que se inició la temporada regular en abril hasta que concluyó el pasado septiembre, lo que hizo que su equipo volviese a proclamarse campeones de la División Central con más de un mes de anticipación.

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Sus compañeros de equipo no tienen ningún problema en admitir que gracias a la consistencia que ambos peloteros han demostrado en el diamante su equipo está listo para hacer enfrente a la serie divisional que les espera frente a los Astros.

Algo que también hicieron en la campaña anterior, pero luego de poner estadísticas ofensivas no registradas por sus compañeros en décadas, Lindor y Ramírez cayeron en prolongados baches en la postemporada al mismo tiempo, el peor momento para Cleveland.

El par bateó para un combinado de .105 (de 38-4) con 13 ponches, y su ineptitud fue una de las principales razones de que los Indios desperdiciaron una ventaja de 2-0 y fueron eliminados en cinco juegos por los Yanquis de Nueva York.

El final fue impactante, igual que observar a Lindor y Ramírez abanicando los lanzamientos.

Ambos jugadores son conscientes que eso no puede suceder otra vez si los Indios tienen planes de derrocar a los Astros, y terminar su propia sequía de 70 años sin un título de Grandes Ligas.

Lindor y Ramírez hacen andar a los Indios. Son los pistones de una maquinaria ofensiva que durante la temporada regula siempre estuvo bien engrasada con el sorprendente poder y velocidad que ambos poseen.

Los dos toleteros latinos son capaces de trabajar una base por bolas o de batear la pelota en un hueco para un doble.

Ramírez lideró a los Indios con 39 cuadrangulares, Lindor conectó 38 y ambos jugadores de cuadro se convirtieron en los primeros compañeros que batean a ambos lados de la caja en la historia y que alcanzan los 30 cuadrangulares en la misma temporada.

Las estadísticas de la campaña anterior también dejaron a Ramírez y Lindor como el primer par de compañeros en alcanzar al menos 80 extrabases en años consecutivos desde 1936-37, para unirse nada menos que a los miembros del Salón de la Fama Lou Gehrig y Joe DiMaggio.

La gran diferencia con Gehrig y DiMaggio es que Lindor, de 24 años, y Ramírez, de 26, podrían apenas haber comenzado a alcanzar grandes hazañas deportivas.

Pero si bien colocaron números notables en las dos temporadas regulares, la postemporada es cuando los grandes son juzgados y Lindor y Ramírez no estuvieron a la altura en octubre pasado.

El grand slam de Lindor en el segundo juego ayudó a los Indios a venir de atrás para ganar 9-8 en 13 entradas, pero sólo tuvo un hit más en la serie y finalizó de 18-2 (.111) con seis ponches.

Ramírez fue igual de ineficaz, al irse de 20-2 (.100) y poncharse siete veces, mientras que con ellos también se hundió todo el equipo en los momentos decisivos.

“Inusualmente empezamos a perseguir (lanzamientos) bajos y altos”, señaló el piloto de los Indios, Terry Francona. “La esperanza es que no persigas en ningún lado, pero si vas a perseguir, tal vez que sea sólo uno, no ambos. Entonces, cuando ambos fallaron juntos, fue una parte tan importante de nuestra ofensiva que nos lastimó”.

La alineación de Cleveland es más profunda esta vez. Empezando con Lindor hasta el noveno bate con el jardinero central Jason Kipnis , los Indios tienen poder de arriba abajo.

La adición del exJugador Más Valioso (MVP), Josh Donaldson , también da Francona otro jugador capaz de cambiar el juego con un swing, por lo que esta vez Lindor y Ramírez no están solos en la ofensiva.

“No creo que estos muchachos sientan más presión de hacer más de lo que son capaces de hacer”, comentó Donaldson, quien llegó en agosto de los Azulejos de Toronto. “Al mismo tiempo, se necesita un esfuerzo total del equipo”.

Donaldson recordó que ya había jugado en los playoffs y sabe como enfrentar la presión y estar tranquilo, sin llegar con el objetivo de brillar sino de hacer bien las cosas.

“En los playoffs que he estado, muchas veces los muchachos que tienen éxito no son probablemente los que están esperando que lo tengan. Así que es importante para todos estar a punto, estar listos”, aconsejó Donaldson.

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